El señor Caunedo o la conjura de los ablandabrevas
Es muy difícil ver cómo el señor Caunedo razona políticamente a pesar de llevar toda la vida viviendo opíparamente de la política. Yo siempre observé cómo insultaba a sus rivales políticos sin sustanciar ningún argumento o cómo alababa incondicionalmente a su patrón, a su amo de filas, a su nunca bien ponderado Gabino de Lorenzo. Pero razonar, argumentar, argüir políticamente no le he visto jamás.
El excelente y esclarecedor artículo –para quien lo quiera entender– firmado por Arturo Gutiérrez de Terán, Leopoldo Tolivar Alas y Wenceslao López alude a otro artículo del señor Neira: «El origen de esta historia y el final, por ahora, se expresaban claramente en este mismo periódico en el día 10 de julio, por Chus Neira en “Los puntos negros” de “Villa Magdalena”. Desde el principio, muchos nos hemos preguntado: ¿por qué Del Fueyo compró “Villa Magdalena” si, según el PGOU, eran terrenos de interés para uso público y expropiables. Y, una vez ocurrido esto, ¿por qué Gabino decidió expropiar y no aseguró la operación? Porque éstas y no otras son las verdaderas razones de llegar a donde hemos llegado».
Dígame señor Caunedo: ¿por qué compró el señor Del Fueyo y por qué don Gabino de Lorenzo expropió y no aseguró la operación? Insúlteme pero respóndame razonablemente, señor Caunedo. De nos ser así, encabezará usted otra conjura: la de los ablandabrevas.
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