El buque «Reina Regente»
De Cádiz salió el crucero a conducir la embajada y cuando a Tánger llegó, la dejó desembarcada.
Cumplida ya su misión, al regresar para España se dieron de sorprendidos por olas como montañas.
Aquellos bravos marinos, después de mucho luchar, encontraron sepultura en lo profundo del mar.
Dicen que en Santa Marina apareció una botella y una noticia fatal apareció dentro de ella.
Aquella débil botella trae tan grande misión la pérdida del crucero, trazada en una inscripción.
Aquellos bravos marinos, después de tanto luchar, encontrándose perdidos la arrojarían al mar.
A oír misa de difuntos entré en una iglesia un día y una señora enlutada de esta manera decía:
Ten piedad de ellos, Señor, mirad que son inocentes, no permitáis que se pierda el buque «Reina Regente».
Quién era le pregunté, ella sollozando dijo: soy de España, estoy llorando la pérdida de mis hijos, cuatrocientos quince hombre con el buque se perdieron, éste es el favor, señores, que a los moritos debemos.
Para el señor Juan Carlos de La Madrid, copla que se cantaba en el valle de las Luiñas (San Martín y Soto). Yo la aprendí oyéndola a mis tías en el año 1946 cuando vine para acá al salir del colegio donde estuve interna.
María Magdalena Miranda
San Martín de Luiña
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