Arqueológico, Bellas Artes y Catedral
Me sorprenden los comentarios que han surgido en torno al proyecto de ampliación del Museo Arqueológico. Desde octubre de 2008 he visitado con turistas extranjeros la Catedral y su Museo en cuatro ocasiones, la última en diciembre. Todo lo que se está hablando ahora ya se veía hace cinco meses: la fachada principal y el nuevo edificio sobresaliendo por encima del claustro, visible desde el cementerio de peregrinos o desde las ventanas interiores de las escaleras del museo de la Catedral. Nada que objetar a la obra oculta, pero estéticamente no puede dejarnos indiferentes. Espero que esta polémica sirva de aviso para la ampliación del Museo de Bellas Artes, porque va en la misma línea. El nuevo edificio sobresaldrá sobre la fachada actual y cuando esté finalizado no tendrá solución. Bueno sí, su derrumbe. Nos recordaba Neira esta semana las puertas del RIDEA o el patio interior del palacio.
Aprovecho el espacio que me brinda LA NUEVA ESPAÑA para transmitir unas sugerencias a los poderes públicos y responsables de la Iglesia en Asturias:
El panteón de los reyes, en la capilla del rey Casto, merece mayor prestancia y la iluminación actual resulta pobre para la importancia del lugar. Los carteles explicativos de los Amigos de la Catedral podrían ser renovados y debería aumentarse la duración de la iluminación del retablo mayor. Además, podría estudiarse que desde San Martín del Rey Aurelio hasta Cangas del Narcea los lugares con enterramientos regios tuvieran una especial consideración en la planificación turística y cultural de nuestra región. La tumba del rey Pelayo suele producir lástima entre los visitantes foráneos.
La visita a la Catedral (Museo, Claustro y Cámara Santa) podría tener una sola entrada de, por ejemplo, 5 euros. Estaríamos cobrando por debajo de la media de las catedrales españolas y nadie que hoy quiera visitar sólo la Cámara Santa dejaría de hacerlo por ese importe. Además, al fomentar la visita completa, se podría realzar la importancia histórica de lugares como la Sala Capitular del Claustro, en la que nos encontramos irremediablemente unidos conceptos como patria, solidaridad y libertad.
Hay en la Catedral muchos ejemplos de cosas bien hechas: la entrada gratuita el año pasado a la Cámara Santa, explicada brillantemente por un sacerdote o religioso que conseguía darle el necesario tono sacro a la visita. O las sobresalientes holografías de la girola catedralicia, algo escondidas, pero posibilitan así que el visitante curioso e interesado pueda disfrutarlas.
Tenemos en Asturias probablemente el segundo mayor relicario de la cristiandad. Es importante que desde las distintas administraciones se cuide y se proteja y que desde la Iglesia de Asturias se consiga crear en torno a la Sancta Ovetensis un punto de referencia que sirva de faro para atraer a la Iglesia, a Oviedo y a Asturias a peregrinos y turistas, evitando siempre que llegue a convertirse en la verbena de la Paloma, como lamentablemente ocurre en otras catedrales. ¿Por qué hay que reservar una capilla para la oración? La Catedral entera es un lugar de oración. Además, en nuestro caso, la capilla del rey Casto contiene el panteón real, que es uno de los puntos de interés turístico. Los visitantes deben ser conscientes desde que entran en la Catedral del lugar en el que se encuentran. Visitas guiadas de distinta duración, folletos explicativos, una buena iluminación y paneles informativos podrían ayudar a evitar este problema que padecen catedrales como las de Salamanca o León en las temporadas turísticas.
Es importante que, sin olvidar que estamos hablando de un edificio de carácter religioso, los poderes públicos (colaborando con la Iglesia) contribuyan a su protección y conservación y se eviten episodios como el que estamos viviendo lamentablemente estos días en torno a Museo Arqueológico. Dicho de otro modo, si Juan Asturiano hubiese querido construir una casa como el Museo Arqueológico junto a la Catedral, no se le hubiese autorizado, ¿o sí?
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