Caca para ellos
Recordatorio. Toda la felicidad que la humanidad puede alcanzar está no en placer, sino en el descanso del dolor. Dryden.
En el supuesto caso de que encontraseis materias gozosas y correspondientes en el sentido literal, no os detengáis en ello como seducidos por el canto de una sirena», firma y rubrica François Rabelais en su obra «Gargantúa y Pantagruel» (que estamos repasando al caer esta tarde del miércoles 20/7/2011, 20.51 horas, con leve sol y un pelín de llovizna), «en el supuesto caso (decíamos al principio –decía Rabelais–) de que encontréis gozosos días, tardes y noches, no os detengáis definitivamente. ¿Os fijasteis en el perro que acaba de encontrar un hueso con tuétano? El perro es, como dice Platón, el animal más filósofo del mundo. Si lo habéis visto, habéis podido notar con qué devoción lo lame, con qué cuidado lo guarda, con qué fervor lo retiene, con qué prudencia lo esconde, con qué cariño lo abraza y con qué diligencia se lo lleva. Ya sé, ya sé que tengo algunos detractores todos ellos envidiosos. Están en su derecho; pero mierda para ellos...». Amables lectores, despedida y cierre. Encantadora y querida a tope Natalia: enhorabuena por todo. ¿Sabes? ¡Qué alegría tienen «Mapy», «Freddy» y el «Principito». Desde que el renacuajillo llegó están abrazándose y jugando sin parar. Inclusive se olvidan de comer... Érase una vez.
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