¿Un Gobierno asturiano sin nivel político?

El fenómeno sociológico Álvarez-Cascos en su regreso a la política asturiana dará lugar a una más que larga y dura metabolización de parte no ya sólo de la izquierda asturiana, sino también del PP. Y claro, hay que argumentar lo que sea con tal de tratar de paliar el estrepitoso fracaso de tirios y troyanos. Los unos, la coalición social-comunista, anclada en el poder durante casi 30 años, y principales culpables de la situación de Asturias, a la cola, como se sabe y se padece, de los peores niveles sociales, laborales, educativos, etcétera. Los otros, los del PP, espectadores pasivos y conniventes de una profesionalización política a partir de una endogamia casi incestuosa. Ambos han cosechado un fracaso más que sobresaliente que, en una situación de decencia política, hubiera mandado a casa a la mayoría, si tuvieran un poco de dignidad. ¿Hay que recordar que el PP de Ovidio Sánchez (especialista en fracasos electorales), Gabino de Lorenzo e Isabel Espinosa ha perdido el 50% de votantes? ¿Cabe mayor fracaso?

Pero a más de tener que metabolizar dicha derrota, bien harían los tres grupos políticos perdedores en analizar su comportamiento durante la campaña electoral, y sobre todo la del partido ganador, Foro Asturias. ¿Cabe encontrar en la actitud de Álvarez-Cascos mayores dosis de humildad, de templanza y de buenas formas? Ese fue, a nuestro juicio, el primer shock que tuvieron que librar sus adversarios. ¿Dónde el dóberman de la política de los tiempos de Aznar? ¿Dónde aquel político de actitud grandona a la que Álvarez-Cascos nos había acostumbrado? Ni una palabra más alta que otra, ni una sola frase de descalificación hacia sus adversarios, todo ponderación y mesura, tanto en campaña como ya presidente. Eso sí, sobre la mesa, datos y fechas incontestables, hemeroteca pura y dura, casos y proyectos, que obras son amores.

Y ahora, claro, conocido su nuevo Gobierno, mayores dosis de indigestión. Que si es desconocido... que si no son políticos... que si no tienen experiencia... que si sólo se trata de técnicos, etcétera, etcétera. Da la risa, si no fuera que la situación heredada es para llorar. ¿Qué quieren decir con eso de que no son políticos? ¿Querrán decir que no son políticos eternamente fracasados como Ovidio y todo su equipo, como Javier Fernández y los de siempre, o como Jesús Iglesias y compañía?

Y es que haciendo un poco de historia, ¿acaso era técnico el equipo de Pedro de Silva, o tal vez político? ¿Hay que recordar que la reciente historia de la política asturiana considera al equipo de técnicos de De Silva como el mejor de nuestra reciente democracia? ¿Hay que recordar que la mayoría de aquellos técnicos abandonaron la política sin hacer ruido, sin asumir cargos políticos hereditarios, volviendo a sus tareas profesionales (porque ya las tenían antes de entrar en política)? ¿Hay que recordar que los equipos de Areces, Lastra, Ovidio o Noemí Martín llevan 30 años ejerciendo la nada con soldadas millonarias y sin más ocupación que la mediocridad política? ¿Qué experiencia tenía Antonio Trevín para asumir el cargo de presidente del Principado tras un más que contestado Gobierno llanisco? ¿Cuál era la entidad política de Juan Luis Rodríguez-Vigil para idéntico puesto? ¿Tal vez la del «Tocomocho»? ¿Era técnico o político el nivel del socialista langreano Campelo? ¿Ha sido el nivel político o tal vez técnico el que ha llevado a Areces a nombrar consejera a una mujer con estudios primarios, Noemí Martín, idénticos estudios, por cierto, que los de su señora madre para llegar a europarlamentaria? ¿En qué nivel técnico o político se ha fijado Areces para nombrar ilegalmente a su señora esposa como directora del Instituto Adolfo Posada? ¿Cuál es el nivel técnico o tal vez político para nombrar procuradora general de Asturias a la hermanísima de la ex alcaldesa gijonesa Felgueroso, con un currículo como jurista que cabría en un sello de Correos? ¿Tal vez pesó en dicho nombramiento su denuncia al hotel de la Reconquista el día que se rasgó sus medias de cristal? ¿Es técnico o político el nivel de Riopedre? ¿Y el de Marta Renedo o M.ª Jesús Otero? ¿Y el del tránsfuga Alberto Mortera? De risa.

En fin, los asturianos acabamos de tomar la palabra y pedimos respeto; ahora les toca rectificar a quienes, especuladores de la nada, han intentado antideportivamente descalificar al presidente Álvarez-Cascos; a quienes, con una actitud más propia de Belén Esteban (Isabel Espinosa), quieren hacer de la política el chollo de su vida, porque para otra cosa tampoco servirían, o a quienes (PSOE-IU) se creían que el poder era gratis total y para toda la vida. Salud para todos.

Félix Martín Martínez

Tapia de Casariego