Por un notable lavianés...
Quizás sea el menos indicado para unirme a la sugerencia que el apreciado «poeta de la mina», reputado escritor lavianés Albino Suárez, manifiesta en su breve escrito «Una buena medida» (LNE, 18-07-2011), referente a la proposición del PSOE del Consistorio de Pola de Laviana para «crear ordenanzas de honores y distinciones», con lo que este modesto servidor y perpetuo amador del sagrado terruño de Palacio Valdés –entre otros ilustres hijos– está totalmente de acuerdo, pues es un deber moral y ciudadano darle honores a quien honores merece, valga la feliz redundancia... Ya mi sincero cariño he expresado otras veces a esos suelos de feliz campiña, donde he tenido la dicha de cultivar el calor sincero de grandes amigos que aún viven y otros que tristemente ya se han ido... a su irrepetible «estrella richardiana», con cuya amistad me he honrado siempre; creo vale la pena de leer mis humildes «Palpitaciones poéticas...» Peña Mea (pág. 91) para meditar un poco en consecuencia. Fueron 25 años consecutivos de relaciones cordiales, manifiestas...
Y, precisamente, una de esas relaciones en la Amistad, con mayúscula, es la de Albino, siempre admirable, quien teniendo desde la niñez como única «escuela» las oscuras galerías carboneras de las minas, con personal esfuerzo cultural se hizo un respetable hueco que, a través de los años, ha llegado a ser admirado por el mismo crítico, gramático e inolvidable catedrático Emilio Alarcos, entre tantos, así como su biografía que se ha bañado en las aguas de su cantado Nalón, ora en prosa ora en bucólicos, protestantes, versos... Y para la historia, ya no digamos, su mundial Revista «Alto Nalón –temas de Asturias–, La Revista de los sentimientos regionales», con muchísimos números leídos y guardados en las tres Américas, esa que bien nos detalla una dama dominicana residente en La Felguera, María Teresa Díaz Vázquez, en LA NUEVA ESPAÑA (18-07-11), conviene releerlos a las juventudes y a las senectudes por ser geográficamente didáctico: «América no es Sudamérica y no toda América es Sudamérica». Tenía que ser una voz femenina la describiente de esa ignota América, la total, que muchos no tienen ni idea de su gran riqueza material y ya no digamos humana; voz que nos recuerda a la célebre poetisa, Salomé Ureña, gloria de la isla del gran Fabio Fiallo, amigo cordial de mi Rubén de Nicaragua...
Volvamos así a la Revista «Alto Nalón», dirigida y editada con el solo esfuerzo durante un cuarto de siglo, continuadamente, 25 años nada menos, que ahora cuando no se publica tantísima gente lectora la echa de menos. Creamos o no, Albino se ha inmortalizado con esta ora. Él, masificado con el mortal e ingrato carbón, ha dado al mundo revistil un rayo de luz de oro... ¡! Solamente por eso, ¿es o no merecedor de una calle? Queda la pregunta a los estimados ediles, quienes seguramente no tendrán en sus actos mezquindades o envidias, de las que nos avisaron ya, hace mucho tiempo, las palabras política gassetinas, como los inmortales versos machadianos.
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