Un padre desesperado
Soy Marcos García Fernández, padre de una niña que actualmente tiene 20 meses. No la veo desde el día 2 de febrero de este mismo año. Tras haber presentado una demanda y solicitar medidas cautelarísimas para poder verla antes del juicio (sospechando que todo este proceso se iba a alargar en el tiempo), se fija el juicio para el día 22 de junio en los Juzgados de Castropol, y se establece un período de alegaciones, el cual finaliza, y nadie notifica nada (es decir, su madre está de acuerdo con que la celebración sea en Castropol). Cuál será mi sorpresa cuando tres días antes de su celebración la madre solicita que se cambie para los Juzgados de Barcelona. Se traslada dicha petición a la fiscalía de Avilés, quien ha de decidir dónde se celebra el juicio. Como el día antes a mí no se me notifica que se haya cambiado el lugar, voy junto a mi abogado a los Juzgados de Castropol, pero el juicio no se celebra, puesto que fiscalía (Avilés) no ha emitido resolución alguna acerca del lugar de celebración. Tras una larga espera y viendo que el verano se aproxima y que todo este proceso puede pararse y alargarse mucho en el tiempo, en este mes de julio me llega la resolución de Fiscalía. Resuelve que el juicio ha de celebrarse en Barcelona (por supuesto, se desconoce la fecha, a lo mejor para el 2012 tengo noticias de mi hija...) y deniega las medidas cautelarísimas, es decir, no puedo ver a mi hija hasta que no se celebre el juicio.
Me siento totalmente desamparado por la justicia, tengo una hija de 20 meses de la que no puedo disfrutar ni ejercer mi papel como padre, no sé dónde está, cómo se encuentra...
También me pregunto qué hubiese pasado si lo que ha hecho su madre lo hubiese hecho yo. Y sin embargo, la justicia está permitiendo, incluso autorizando, que ella haga todo esto y no ocurra nada, y lo que es peor para mí, está impidiendo que yo pueda estar junto a mi hija (como padre creo que tengo derecho). Me siento un padre desesperado al que la justicia no tiene en cuenta, da igual que lleve seis meses sin verla, sin saber dónde está, cómo se encuentra.
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