La pólvora de Marino
En lne.es (27.07.2011), bajo el título Curiosas similitudes, escribe Marino Iglesias Pidal lo siguiente: Es evidente la similitud entre el trabalenguas popular: tres tristes tigres; y el que me acabo de inventar: tres tristes trajes (fin de cita). No quisiera aguarle la fiesta a D. Marino, que parece muy contento con su invento, y cuyas cartas leo siempre con interés; pero en esta misma sección se publicó el 18 de marzo pasado un escrito titulado Glosas del parapeto o tres tristes trajes. Aquellos tres trajes tristes del 18 de marzo eran, por supuesto, los mismos a los que se refiere Marino: los del penoso episodio que expulsó a Camps de la presidencia valenciana.
Con un poco de suerte, un día de estos se publicará en LNE El último tango en Madrid (que ya tienen en la redacción desde el pasado 24), en el que se repite la expresión de los tres tristes trajes (tengo incluso la impresión de haberla encontrado en otras publicaciones). Todo lo cual se dice aquí solamente como amistoso recordatorio; sin ninguna intención de reivindicar derechos de autor y mucho menos de pedirle a Marino que preste a mis cartas la atención con que leo las suyas. Al contrario, casi diría con Unamuno que inventen ellos.
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