La Nueva España » Cartas de los lectores » Más allá de los síntomas, ¿a quién consultamos?

Más allá de los síntomas, ¿a quién consultamos?

31 de Julio del 2011 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

En la década de 1940 Norbert Wiener desarrolla el concepto de feedback o proceso de retroalimentación, una forma operativa para dar estabilidad a cualquier sistema. Nace la cibernética y los principios de la robótica. En la década de 1950 conceptos sobre el conocimiento y su comunicación como la FP permanente hacen su aparición: el trabajador ya no sólo debe estar bien formado inicialmente, sino que debe serlo constantemente de otra manera. Surgen también errores catastróficos como los de: consumes, luego existes o me compran, luego mi producto es bueno. Por lo que el sistema, subamortiguado, devendrá en inestable sobrepasando los límites de lo adecuado. En la década de 1960 surge la cuestión nuclear y la microelectrónica con sus poderes: el control, la informática, las telecomunicaciones. En la década de 1970 todo el mundo sabe (salvo los de vocación ignorante) que se ha dado la salida a algo que lleva gran aceleración con los robots y la automatización de procesos lanzados a producir bienes de consumo. Decide la libertad del consumidor, pero, ¿quién ha podido secuestrar su libertad de persona para convertirlo en individuo de consumo libre, bajo el estímulo del crédito y su esclavizado trabajo? Otros, sin crédito, consumo, o libertad, sometidos a politburós aún más equivocados, acabarán derribando los muros que los ataban. Los trabajadores que deberían ser creativos y proactivos formándose permanentemente, comienzan a ser prescindibles mientras se establecen nuevas razas de robots con su proyectada inteligencia artificial, e incluso con actitud moral conveniente, tras sus leyes de la robótica. El Club de Roma nos advierte sobre los Límites del Crecimiento. En la década de 1980 al único sistema docente de FP permanente existente en España se le declara legalmente no-docente (un catastrófico abandono legal para desarrollo de centros colaboradores privados). Las reformas educativas consideran irrelevantes a las humanidades y las empresas ambicionan aprendices para su monitorización como individuos eficaces capaces de competir con los robots (más trabajo, menor costo). A los trabajadores no se les quiere libres, autónomos, creativos y proactivos, sino dependientes, convenientemente colectivizados, depositando su futuro en acuerdos tripartitos. Adam Schaff nos avisa de que el obrero ha muerto, pero los AASS de aquí son incapaces de imaginar un futuro sin clase obrera. En la década de 1990, entra en crisis el mundo a causa del desarrollo tecnológico con el Club de Roma advirtiéndonos sobre la Primera Revolución Global. Para paliar el trauma social, se da auge a la manufacturera construcción que, mediante créditos basura, comienza a animar la burbuja inmobiliaria: irresponsable comportamiento (con los pisos subiendo de precio a pesar de SOGEPSA) que deja a los individuos hipotecados y sin terrenos a otros. Los países del conocimiento y desarrollo tecnológico: USA, URSS, Japón y Alemania tienen problemas pero los sortearán. Muchas empresas se deslocalizan en China, India Singapur (como ciudad-estado, que no ciudad-astur sin masa, sin crítica y sin natalidad). La LOGSE, los gobiernos socialistas de Asturias y los AASS, envían mensajes a los padres del tipo: No se preocupen, no envíen a sus hijos a la Universidad que es muy cara e inútil: un fontanero gana más que un ingeniero. Así llegamos al nuevo siglo, una época donde los expertos financieros avisan de que el sistema está viciado y no aguanta. Europa apuesta por una sociedad del conocimiento para hacer frente al destino y aquí se le quita la autoridad formativa de FP al SPEE (que no económica puesto que Europa continua reconociéndole la autoridad al INEM) para trasladarla al INCUAL de rígidos y reglados principios académicos. La crisis de un sistema rígido, reglado y poco adaptativo se hace angustiosa, y la inteligencia artificial empieza a hacer estragos entre los altos niveles profesionales (la clase media, también sin empleo, va desapareciendo). Ya nadie está a salvo, pero los altos niveles se prejubilan blindados y otros, prescindibles, llegamos a la década de 2010 sin júbilo. ¿Qué hacemos? Pero esa no es la pregunta, sino: ¿a quién se lo preguntamos?

Cartas

Número de cartas: 45992

Número de cartas en Septiembre: 96

Tribunas

Número de tribunas: 2086

Número de tribunas en Septiembre: 8

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador