Degradación del hábitat de las abejas en Boal
En el verano pasado, el área de vuelo de los tendidos de alta tensión que cruzan el concejo de Boal y supongo que de igual forma en el resto de los concejos, fueron sulfatados con herbicidas y precisamente en época de plena floración.
Los medios de comunicación se están haciendo eco de la despoblación apícola que se está produciendo a nivel mundial y las conclusiones generalizadas atribuyen dicho desastre, principalmente, a los herbicidas y pesticidas, concluyendo que las consecuencias pueden ser catastróficas.
Si pretenden con esta acción evitar incendios forestales, creo que no es lo más conveniente. El medio más eficaz, sin duda, es la roza mecánica.
Particularmente estoy afectado por ser propietario de un monte atravesado por cerca de 1.000 metros de tendido y en cuya propiedad tengo un pequeño asentamiento de colmenas debidamente registrado.
Los efectos negativos de esta acción antiecológica, tan agresiva, promovida por E. ON, y autorizada por la Consejería de Medio Ambiente, son sin duda de gran magnitud:
puede afectar a los manantiales que surten de agua potable al concejo, a manantiales donde abreva el ganado y la fauna silvestres, aves, etcétera, matando la flora autóctona.
Además de la dificultad que supondría la legalización de registros de producción de miel y carne ecológica.
Y lo más importante: la nefasta repercusión que para la apicultura puede representar, con enfermedades, muerte de colonias de abejas, contaminación de la miel. No olvidemos la importancia que en este concejo de Boal tiene esta actividad por su tradición: producción de miel, importancia que supone la Feria de la miel por su efecto dinamizador, el Museo de la Miel, etcétera.
Estos hechos fueron puestos en su día en conocimiento tanto de la Consejería de Medio Ambiente, que se limitó a acusar recibo a mi escrito, como del Ayuntamiento de Boal, del que no he recibido contestación. Ello a pesar de que el alcalde, José Antonio Barrientos, manifestaba en la publicación «La Hora de Asturias» (noviembre 2008): «Fijar población joven es uno de los problemas de la apicultura», difícil misión si no se defienden con ahínco estos factores, evitando la degradación del hábitat de las abejas. Mucho me temo que en este año se vuelva a repetir esta acción tan nefasta para el medio ambiente.
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