Fusilados y caídos en combate
Cuando alguien se muere se practica una despedida (religiosa o laica) al difunto, se acoge el cadáver en un lugar para que allí sea visitado y honrado y se hace lo posible para que «descanse en paz». Enterrándolo e incinerándole.
Cuando surge algún conflicto para recibir estos últimos ritos, cuando no se sabe dónde está enterrado un familiar, entonces el difunto no descansa en paz. Eso es humillarlo después de muerto...
Lo malo fue –en la posguerra, ya cuando había vencedores y vencidos– el ocultar cuerpos y pretender ocultar la Historia. (Don Luis Miguel Piñera - LA NUEVA ESPAÑA 18/7/11.
Por desgracia aún hoy se sigue ocultando el enterramiento de personas muertas en la Guerra Civil, pongo por ejemplo los enterrados en las fosas comunes del Sucu (Ceares) y caídos en el frente.
En dichas fosas sólo figuran los fusilados. ¿Por qué se ignoran los caídos en combate? ¿Quiénes son los responsables de tal ignominia?
Señores republicanos, los que acuden (todos los años) al cementerio a honrar a sus muertos, ¿ustedes homenajean sólo a los fusilados y se olvidan de quienes perdieron sus jóvenes vidas en defensa de unos ideales que, supuestamente, son también los suyos?
Antonio Álvarez Menéndez, Gijón
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