Esta vez se va... pero de verdad
Por fin nuestro presidente del Gobierno se va, esta vez de verdad, y convoca las elecciones para el 20 de noviembre. Es pura casualidad o es fruto de una mente retorcida para hacerlas coincidir con la famosa fecha del 20-M.
Qué barbaridad, esta gente, ¿qué se traen entre manos?, en vez de estar rompiéndose la mollera, buscando la forma de corregir este enorme desaguisado de los últimos siete años, buscan una fecha, que no sé si será con objeto de olvidar los acontecimientos de la otra o revolver al personal, más de lo que está.
Ahora tenemos un nuevo candidato, el «novel» Rubalcaba, para ver cómo nos resulta. ¿Cómo es posible que la gente aún tenga dudas? Este es precisamente el que acabó con todos los sistemas de enseñanza habidos y por haber y ahora los estamos pagando con la baja calidad de enseñanza de los alumnos que acuden a los institutos, cada vez más baja, bueno no, en esto de la Educación para la Ciudadanía vamos en cabeza, que es algo así como no movernos de donde estamos.
Se sigue hablando del famoso GAL, que aún no se sabe en qué acabó, seguro que pasarán algunas generaciones para, de verdad, enterarse de todo lo que pasó fuera de las cábalas que se hacen en la actualidad. Se habla del «caso Faisán», por fin, ¿qué es lo que pasó, de verdad, con este misterioso caso? Las cosas se leen, pero nunca se llega al final, están en la prensa, la radio y la televisión, pero al cabo de un tiempo nos preguntamos ¿qué pasó?
Ahora este presidente se va o le van, pero ¿no tiene ninguna responsabilidad política o penal de esta situación en que nos encontramos?, ¿se va de «rositas»? como se dice vulgarmente. Ahora se retirará a sus cuarteles de invierno y a vivir que son cuatro días, mientras el resto de los españoles pagamos las consecuencias de una manera nefasta de hacer las cosas, a pesar de la famosa frase de la conjunción planetaria de Europa y Norteamérica.
Y un aviso para navegantes, la gente ya empieza a pedir por ahí, cuando se desplaza, el medio menú, gente como observo que no son ningunos «viejecitos» a los que no les lleva más el estómago, sino familias en plena forma para degustar todo lo que se les ponga por delante.
Y qué me dicen de los comercios, por favor, bájense de ese Olimpo de laurel y lira y pisen el asfalto, oigan el sentir de la gente y las penurias que padecemos desde hace tiempo y que aumentan día a día, por lo que veo sin pronta solución.
Aquí en Asturias, dicen, los de siempre, que hay poca experiencia en los que entran en la política, porque más que políticos son gestores, eso, yo digo que mejor que mejor, pues de los políticos ya estamos hartos.
Y qué me dicen de todos esos escándalos de ayuntamientos y comunidades autónomas donde, al parecer, el dinero brilla por su ausencia.
Dónde está tanta y tanta «pasta» desaparecida, ojo no digo que todos sean iguales, pero las cosas hay que demostrarlas, pero si en algunos casos hasta se llevan el dinero a «granel» en bolsas de basura industriales donde parece que están parodiando al «hombre del saco» de nuestra infancia, qué barbaridad, fíjate no más, como diría mi amigo Víctor.
Aquí hay mucha gente que tiene que devolver el dinero o no tendrán posibilidad de ninguna revisión de pena, según el delito, así la pena y no como ahora que a los cuatro días salen de la cárcel y corren en busca del agujero donde tienen escondido el botín. Eso sí, a nosotros los españoles nos dejan eso, el «agujero».
A ver si alguien cambia el Código Penal y acaba con la impunidad de toda esta gente, que no es que roben una cartera en el metro, nos roban muchos millones a muchos millones de españoles. A mí concretamente, entre otras cosas, el aumento del IVA y el IPC del año 2011. Y aquí no debe estar nadie por encima de la ley.
Alberto Sorribas Menéndez, Oviedo
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