El mal usado término Siglo XXI
Parece que acuñar términos, en ciertas épocas es sinónimo de progreso. Antes el citar constantemente el término libertad, era lo más in. Después se empezó a ponerse de moda el referirse a la democracia, como panacea para la solución de los desencuentros entre los seres humanos. Pues a falta de acuerdo, se vota, Y lo que acuerde la mayoría eso es lo que se hace. Así quedaba sentenciado que la mayoría tenia siempre razón. Por tanto cualquier otra forma de acuerdo quedaba ya out. Obviamente el tiempo demostró, que ni la libertad, es tal. Ni la democracia la mejor forma de gobierno, Así Winston Churchill, la definió como la peor mejor forma de gobierno.
Desde que entramos, en el siglo XXI, tal parece que lo hicimos en el siglo de las luces. Donde ya se toma de referente, para denostar y recordar, a quienes mantenemos criterios, que no pasan con los siglos, que ya estamos en el XXI.
Titulares, como: Una política para el nuevo siglo. La España del siglo XXI etc., llenan los artículos de prensa, y se oye con asiduidad en el resto de medios de comunicación. Todo parece girar en torno a esta nueva definición de lo que no deja de ser, un siglo más, dentro de la historia de la humanidad. Y que esta juzgara una vez concluido. Pero no antes.
Hoy, el simple hecho de estar en él, no garantiza nada, no promete nada, y no significa especialmente nada; salvo el que por detrás, se han quedado veinte. Veinte de los que debemos de aprender mucho, para que este sea mejor. Pero jamás. Debe de ser un punto de partida, sin continuación en el tiempo.
Que la humanidad sigue avanzando, es un hecho evidente. Como lo es igualmente, que no siempre es hacia delante. Y menos olvidando el pasado. Expresiones, como ¡pero qué dices, hombre! Si ya estamos en el siglo XXI .A lo que uno, se queda pensando, ¿este qué querrá decir? ¿Que más me dá, que estemos en el XXI o en el XVIII, si hay cosas que son inmutables? ¿Es que la condición humana, no sigue teniendo, la condición de tal? ¿Es que lo que estaba mal en siglos anteriores, no lo está ahora?
¡Vamos a educar a una sociedad de cara al siglo XXI! Bien, será tecnológicamente hablando. Porque la educación, en el respeto, en los valores, en el derecho a la dignidad de todo ser humano, no ha cambiado. Las libertades, se han antepuesto a las obligaciones. El todo vale, al respeto debido al prójimo. El igualitarismo, ha sustituido a la igualdad. Y la libertad personal, parece indefinida. Es el siglo XXI. ¿Qué me dice usted? ¿Es que no se ha enterado? Pues no ¡ ¡Así de claro ¡a veces es lo que hay que contestar!
Las sociedades, no mejoran necesariamente con el paso de los siglos. ¡Debieran! pero no es una condición innata que viene añadida con el transcurso de los años. Se aprende, de lo vivido, y de aquellos que han forjado cada época de la historia. De los avances, tecnológicos, culturales, económicos, sociales y sociológicos, se aprende. Del comportamiento de las generaciones pasadas, se extrae lo que de positivo hay, y se deja, lo que de negativo ha tenido. Pero, mientras el mundo siga siendo mundo, se llegará al XXII, XXII etc. Pero si no hemos aprendido nada de los que nos precedieron. Si no sabemos conservar, la parte sustancial, que hace mejorar al ser humano, como persona, y en sus relaciones, no habremos avanzado nada.
Traer como progreso errores del pasado. Superados ya por las civilizaciones anteriores, en temas, como la moral, la ética, el respeto a la vida, la honradez, el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio, la igualdad dentro de los desiguales, el derecho, la justicia, el desprendimiento, la generosidad o los límites que la ciencia debe de ponerse, ante ciertas barreras infranqueables, porque rozan o afectan a la dignidad de la persona, no nos lleva al siglo XXI de la modernidad. Nos retrae a lo más recóndito y oscuro de nuestra historia.
Hay una verdad que en incuestionable, y que se debe de tener muy presente. La ciencia, va descubriendo lo que ya existe. Pero de eso, al cientifismo, hay un abismo. ¿O acaso el médico, que sabe curar, no sabe si se lo propusiera matar? Por tanto, los avances, son siempre bien venidos, en todos sus órdenes. Son - o somos - las personas, quienes hacemos un mal uso de ellos. Así que mi propuesta, es la de menos recordamos constantemente, que estamos en un nuevo siglo. Y más trabajar, para que este, como los anteriores, sea en bien del ser humano. Pues al fin y a la postre somos los autores de los otros veinte que nos trajeron el XXI.
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