Otra gran realidad
Séneca dijo que no hay viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige. Me parece una gran afirmación, que está poniendo en evidencia a algún grupo político de Gijón por varias razones que también tratan de puertos, concretamente del Musel.
Para empezar, me gustaría explicar algo muy básico y que da la sensación de que algunos no quieren entender. Un superpuerto no lo es por su tamaño, sino por su volumen de negocio, y cabe decir que una inversión de más de 840 millones de euros ha de generar un beneficio a la ciudad y a la región, ya que de lo contrario dejaría de ser una inversión y pasaría a ser un mero gasto, y no estamos para ello. Llevo escuchando varios años los sobrecostes que ha tenido esta obra, pero aún no he oído cuántos puestos de trabajo va a generar, cuántos barcos van a atracar, qué estrategias turísticas se van a adoptar, qué les vamos a ofrecer a los turistas, ¿sidra tal vez?, quien va a trasladar todos los pasajeros, ¿Quizás EMTUSA?, no estaría mal.
¿Es nuestro objetivo tener un superpuerto equivalente al aeropuerto de Castellón? Creo que no. La verdad es que existen muchas fórmulas y maneras de atraer los turistas a la región, solamente hay que echar un vistazo a los puertos de La Coruña y Bilbao, por poner un ejemplo. ¿Por qué a ellos les funciona y les genera un gran volumen de negocio? ¿Será porque saben vender mejor su producto? ¿Será porque saben cuáles de sus diferentes productos son más atractivos? Éste siempre ha sido y será el gran error en nuestro modelo de promoción. Tenemos tanto producto que no sabemos lo que realmente debemos vender.
Como en todos los sectores, el equilibrio es algo básico y fundamental, y Gijón debe combinar su tejido industrial con el sector turístico, siempre tratando de innovar y aportar valor añadido, sea precio, servicio, calidad.. Pero nunca pensar que el futuro de nuestra ciudad está exclusivamente en el turismo, por dos razones muy obvias. Nuestro turismo es estacional, y nuestra infraestructura en turismo de negocios no puede sostener la carencia de industria en la región, dado que es mejorable y no tenemos capacidad para albergar grandes eventos.
Estos días he leído que algún político opositor (PSOE) cuestiona la viabilidad del proyecto, lo cual me da a entender que en este país solamente apoyamos las iniciativas de nuestro color, nunca las del que tachan de adversario, aunque éstas sean positivas, rentables y viables.
Por último hago alusión a Juan Zorrilla: Lo importante no es tener muchas ideas, sino la idea oportuna en cada caso. Nuestros ex gobernantes han tenido muchas ideas, pero casi nunca las oportunas en cada caso. Otra gran realidad.
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