Al árbitro del Ribadedeva-Cánicas
Hola, David, te escribo esta carta con la esperanza de que la leas y sepas algo de nuestra historia. El Cánicas AC es el equipo representativo de la ciudad de Cangas de Onís. Sería un poco largo de contarte el porqué es ciudad, pero doy por supuesto que no pirabas las clases de Historia cuando estudiabas; el Cánicas fue fundado en 1948, de aquella se jugaba una Liga denominada Ruta del Oro, ya puedes imaginar en qué condiciones jugaban aquellos valientes: los desplazamientos lentísimos, los balones duros y la ropa ni total 90 ni dry; bueno, pues aquellos encomiables hombres sembraron la semilla de lo que somos hoy. Gracias a ellos y al apoyo de toda la ciudad seguimos representando a este reducto de la zona oriental. Hace unos años, por diversas causas, el club desapareció y, pasado un tiempo, un grupo de habitantes de la Galia canguesa formaron una nueva directiva y salimos a competir nuevamente. Se tuvo como base para cimentar esta nueva etapa el respeto, tanto dentro como fuera del club. Te diré que tenemos por norma que cada tarjeta amarilla mostrada por desconsideración a árbitros o adversarios lleva pareja una sanción de un partido por parte del club. Se puso en marcha una escuela (sí, sí, de las de maestru) a disposición de los críos que suspendieran alguna asignatura. Roberto (sabrás de él, al menos de oídas, porque trabaja con vosotros también) les ayuda con unas técnicas de estudio, con el equipo regional está todo el día ayudándolos a saber trabajar bajo presión. Partiendo de cero, hace 18 meses a día de hoy, hay compitiendo cinco categorías federadas y una escuela con 50 críos más, tenemos más de 200 socios y toda una ciudad detrás. Tú no tienes ni idea del trabajo que conlleva eso, la dedicación, el esfuerzo, ni te imaginas los quebraderos de cabeza; sólo la ilusión puede sacar eso adelante. Y coincide que vas tú y nos pitas en Colombres, qué mala suerte tuvimos todos: tú, porque tuviste tu peor día, y nosotros, por coincidir contigo en ese mal día. No voy a pensar que la roja a Puente se la sacaste porque era delante de la grada y el bueno de Puente no era de Colombres, porque de ser así pensaría que estabas «acongojado»; pienso que estuvo bien sacada porque lo viste claro: voy a pensar en la justicia a la hora de expulsar a Servan y no porque nos veías dando la cara con diez. Quiero creer que la tarjeta a Longo fue por desplazar el balón y no por sacarlo a menos de un metro de la banda para que atendiesen a un compañero (del Ribadedeva, pero compañero). Me autoconvencí de que mandas sacar la falta del gol del empate sin darte cuenta de que Longo, ya expulsado, aún está dentro del rectángulo de juego, porque si no sería para denunciarte al Comité, y también quiero ver un error de apreciación en el segundo gol del Ribadedeva, en el minuto 92 y en fuera de juego, porque de haber sido premeditadamente tardarás en dormir tranquilo al menos seis meses. Quiero poner punto final a esta carta diciéndote que no te guardamos rencor, que las decisiones no las tomaste malintencionadamente, pero también quiero decirte que, aunque tengamos educación, ésta no nos inhibe de tener opinión, y la mía es que el otro día te reíste de nosotros, de esos críos, de esa directiva, de esos jugadores y de toda la gente que nos apoya partido tras partido. Creo que no debes de actuar con prepotencia en el campo, porque fuera de él no eres así. No puedes jugar con los sentimientos de esa gente de forma gratuita: no viste llorar, como vi yo, de impotencia a jugadores en el vestuario; ni una mala palabra te dijeron, ni un solo insulto ni un desdén. Supongo que se te haga duro volver a pitar en Cangas, pero puedes hacerlo tranquilamente, te seguiremos respetando a ti y al resto de tus compañeros, como hasta ahora, pero si no vuelves, quizá, ni tú vuelvas a tener una mala tarde ni nosotros la sufriremos. Sin más, me despido, deseando que sigas bien; recibe un saludo, David.
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