La Nueva España » Cartas de los lectores » De fechas, muertes y elecciones

De fechas, muertes y elecciones

11 de Agosto del 2011 - Antonio de Pedro Fernández (Cangas de Onís)

Cuando el 20 de noviembre del presente año, los españoles, los que lo hagan, acudan a votar solamente tendrán presente cuál de los partidos en liza responde mejor a sus inquietudes, a sus esperanzas o les ofrece mejores soluciones, para salir de una crisis que si bien es global, del capitalismo en su conjunto, les afecta individualmente; crisis especialmente grave en este país que perdió la memoria de sus carencias históricas y se dejó seducir por los cantos sirénidos del neoliberalismo más crudo y salvaje.

Ya nadie para mientes en que en los primeros tiempos de la crisis, la urgencia era «refundar el capitalismo». Avanzada ésta y cargada su responsabilidad sobre quienes nada tenían que ver con la misma, ante la impotencia, abulia y alienación de los sectores más progresistas, no sólo no se refundó el capitalismo, sino que éste, con voracidad desenfrenada, profundizó su influencia e hizo de la misma su punta de lanza para acabar con las ya exiguas conquistas sociales que una socialdemocracia, siempre tímida y entreguista, había logrado. Un capitalismo, por otra parte, tan contradictorio en sí mismo, que cual nuevo Saturno, no sólo devora a sus hijos sino, también, a sus propios congéneres. Aunque parezca paradójico, la cuestión hoy no es la refundación del capitalismo, sino su destrucción, por ser un sistema agotado, intrínsecamente injusto e inhumano.

No es, empero, a lo anterior a lo que quiero referirme en estas líneas, prefiero reflexionar un poco acerca de algunos hechos y fastos sucedidos el 20 de noviembre a lo largo de algunos años. Un 20 de noviembre, Juan Calvino, hizo de Ginebra (Suiza) el centro religioso y político del calvinismo; un 20 de noviembre de 1817, el libertador Simón Bolívar, desde Angostura (Guayana), decretó añadir la octava estrella a la bandera venezolana; un 20 de noviembre, en México, Francisco I. Madero, publica el Plan de San Luis, dándose comienzo a la revolución contra la dictadura de Porfirio Díaz; un 20 de noviembre, en Núremberg (Alemania), se inicia el juicio contra los jerarcas nazis. El régimen que auguraba 1.000 años de supremacía de la raza aria, pagaría con el cadalso de sus máximos representantes su sangrienta orgía de poder y crueldad.

Y si de muertes hablamos, muertes sangrantes en la memoria de gran parte del pueblo español, un 20 de noviembre de 1936, era fusilado en Alicante José Antonio Primo de Rivera. Ese mismo día y año, Buenaventura Durruti, acaso el anarquista español más íntegro, muere en la Moncloa (Madrid) a causa de balas perdidas sin dueño pero con destino cierto; un 20 de noviembre de 1975, tras días de agonía calculada, muere Francisco Franco Bahamonde.

Casualidades históricas o bromas macabras, en el mismo día y mes pero de dos años diferentes, iban a desaparecer tres personajes a los cuales la España de nuestros días debe tiempos de zozobra, angustia, esperanza, terror, olvido, rencor y un largo etcétera de frustraciones. Dos de ellos, Primo de Rivera y Franco, propiciaron y llevaron a cabo la más cruenta guerra civil sufrida por el pueblo español, la más artera acción contra la legitimidad republicana, en una palabra contra una democracia avanzada y progresista. Muchos habrán sido los 20 de noviembre en que, el «caudillo», en guerra y en posguerra, firmaría penas de muerte; muchos habrán sido los 20 de noviembre antes de 1936, en que Primo de Rivera, iluminado por «un imperio hacia Dios» e ideológicamente pertrechado de la «dialéctica de los puños y las pistolas», soñara «cara al sol», con «un nuevo amanecer».

El otro, Buenaventura Durruti, ahíto de vejámenes y maltratos desde su infancia leonesa, encontró en el anarquismo el instrumento regeneracionista, con sangre, mucha sangre, de su imposible Arcadia feliz.

Seguro que el 20 de noviembre próximo, muy pocos, poquísimos, votantes reflexionarán sobre esta coincidencia de fechas. Acaso los nostálgicos del franquismo reivindicarán la memoria del último genocida hispano y los escasos anarquistas españoles cantarán «A las barricadas», como homenaje al líder desaparecido.

Mas, querámoslo o no, el 20 de noviembre de 2011 está cargado de contenido conceptual histórico y más vale no olvidarlo.

Antonio de Pedro Fernández

Cangas de Onís

Cartas

Número de cartas: 45994

Número de cartas en Septiembre: 98

Tribunas

Número de tribunas: 2086

Número de tribunas en Septiembre: 8

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador