Vae victis ( en respuesta a Doña Carmen Herrero)
Ay de los vencidos, leyendo la entrevista de LA NUEVA ESPAÑA a Doña Carmen Herrero no puedo menos que pensar en eso. Que alguien que con el peso social y la experiencia de la última "Ovetense del año" diga sin ningún rubor que: tras la guerra ... la miseria era tremenda. Horrible. Sin embargo, no había niños maltratados." Me parece un error tremendo. El maltrato a los más débiles ha existido siempre y más en las capas de la sociedad menos favorecidas, trabajo infantil, esclavitud, violencia tanto física como psicológica, y que lo diga una mujer es todavía mas cruel si cabe, puesto que las mujeres y más aún si cabe las niñas son las que más han sufrido en todos los tiempos esos maltratos. E intentar que creamos que tras la guerra civil, a cuyo término no llegó la paz, sino la victoria ( como decía Agustín Gonzalez en la pelicula "Las bicicletas son para el verano") no hubo una represión a todo atisbo de libertad. Recuerdo que hasta a los niños zurdos se les ataba la mano izquierda para que escribieran con la derecha, y que por desgracia lacras sociales como la prostitución infantil o la pedofilia han existido siempre. La diferencia es que antes no se hablaba de ello o quienes lo practicaban estaban por encima de la ley, o simplemente no había una justicia que defendiera a los más desfavoracidos. En definitiva, lo devastador es pensar que antes se consideararan estos comportamientos como "normales" y que ahora, los que intentamos que nuestros hijos crezcan felices recibiendo una educacion positiva y en libertad y que hemos conseguido denunciar las aberraciones de unos metodos educativos equivocados ( lease "la letra con sangre entra", " eso lo arreglo yo con un cachete a tiempo" y otras frases del estilo), hemos provocado que los niños sean maltratados. No entiendo señora Herrero porque lo ha dicho, quiero suponer que ha sido un lapsus o una frase descontextualizada, de lo contrario debo decirle que estoy en total desacuerdo con usted y lo siento mucho porque me desilusiona dudar de una persona que preside una organización que lleva a cabo una labor social tan importante en estos tiempos que corren.
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