Mercau de Coballes
Los vecinos del concejo de Caso, vemos como uno de los certámenes de los que podíamos sentirnos mas orgullosos, como era el mercau tradicional de Coballes, no se celebró.
Y no precisamente porque los impulsores del mismo, o sea, los vecinos del pintoresco pueblo casín, balcón inigualable sobre el pantano de Tanes, hubiesen desistido de celebrarlo, si no por la voracidad de una administración que una vez mas, atraca y expolia, a los que no tienen mas que prodigar que su entrega y su trabajo, para ofrecer a todos los que lo visitamos en anteriores ocasiones, todo un ejemplo de colaboración vecinal que pocas veces se muestra en una sociedad como la actual, tan poco acostumbrada a entregar su contribución a cambio de nada, solo por la satisfacción de ver como su pueblo era visitado por cientos de personas, que elogiaban la magnifica organización del mismo, a la vez que la prensa y la televisión situaban a Coballes y de paso al Parque de Redes, en el lugar que se merecen.
Las razones que alegan, es que los vecinos y artesanos que en rústicos puestos, venden entre otras cosas, hierbas medicinales, miel, frisuelos, etc.. tienen que estar dados de alta como autónomos, y pagar la correspondiente tasa a las arcas de hacienda. Así que, el hojalateru, el que fabrica cucharas de madera ó madreñas, la que hila la lana con la rueca y trata de vender los escarpinos, reciben la advertencia de los modernos consumeros de que de persistir en tan lucrativo negocio, pueden verse multados, ó incluso alguna mísera pensión, ser embargada. Ante esa amenaza, nadie se arriesga, naturalmente, y el mercau, desaparece.
Todo el trabajo desplegado en otras ediciones, donde esta fecha de agosto, ya estaba consolidada en el calendario casín, incluso la labor desinteresada de sus vecinos en pro de la mejora y la proyección turística del pueblo,que lo había echo merecedor a su candidatura a los premios Principe de Asturias, se echa por tierra, sin que nadie levante la voz por semejante atropello, y eso es lo que nos duele.
Creemos que los nuevos dirigentes políticos de Caso, deberían hacerse oír ante este absurdo, en Oviedo ó donde fuera. No es de razón que cuando algo se hace bien y funciona, venga el burócrata de turno y ponga el cazu a esquilmar algo que tiene todas las cualidades para ser admirado, pero desde luego, perres que se defrauden al gobierno, ninguna. Justo lo contrario, se gastan de su bolsillo, para publicidad, gasolina, rifas, etc.. en un afán de que todo salga bien y de paso los que lo visitan conozcan nuestro concejo, que buena falta nos hace.
En Caso, estamos hartos de afrentas y prohibiciones. De que nos nieguen bañarnos en las aguas de nuestros ríos y pantanos, que no podamos podar las ramas de nuestros árboles, ni caminar por según que caminos, que nuestros padres y abuelos patearon con sus ganados, ni arreglar nuestras cabañas en las majadas, mejor dejarlas caer en bajo ( ni coger manzanilla) en fin para que seguir.
Resulta que unos vecinos deciden hacer algo para promocionar su pueblo y por consiguiente el concejo casín, y cuando alguien en algún despacho capitalino se da cuenta de que la gente es capaz de hacer cosas sin que la administración intervenga, y encima funcionan, sospechan que se les defrauda y amenazan con sanciones.
Esta es la triste realidad. Vamos a ir muy mal si las cosas llevan este camino, porque asociaciones y entidades sin ánimo de lucro, que trabajan desinteresadamente por la pervivencia de fiestas tradicionales, se van a plantear arrojar la toalla y por lo tanto esas actividades desaparecen asfixiadas por la burocracia y el afán recaudatorio.
No se si estas líneas moverán algunas voluntades, pero si seria deseable que los vecinos de Coballes y los impulsores del Mercau Tradicional, sepan que muchos asturianos y gentes de otras regiones y países, hemos llevado en nuestros recuerdos, las atenciones y el buen hacer de todos los que colaborasteis en uno de los mas auténticos mercados que se celebran en Asturias, y que seria una gran pérdida para Caso y sus habitantes que no se luchara por recuperarlo a costa de lo que sea.
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