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Hablemos de Ingeniería Química

29 de Marzo del 2009 - Federico Inguanzo Fernández (Mieres)

No querría hacerles perder su valioso y escaso tiempo a los encargados de llevar las riendas de nuestra querida Universidad en pararse a pensar un poco (reflexionar sería posiblemente demasiado esfuerzo y tiempo para sus apretadas agendas) acerca de la multitud de razones de distinta índole que aconsejarían/justificarían la continuidad de la titulación de Ingeniería Química (I. Q. en lo sucesivo) en la Facultad de Química de Oviedo.

Por ello, no hablaremos de las razones históricas (dicha titulación fue puesta en marcha allá por 1994, gracias al empeño de un grupo de químicos; sí, químicos como nuestro rector, aunque no orgánicos sino industriales).

Tampoco hablaremos de aquellas relativas al menos común de los sentidos (¿sabían que, al menos hasta la fecha, los alumnos que cursan Ingeniería Técnica Industrial por la rama de Química Industrial en Gijón realizan la asignatura Experimentación en Ingeniería Química de 3.º en la Facultad de Química de Oviedo y no en Viesques?

Y mucho menos hablaremos de posibles razones éticas o morales relativas al agravio que desde la implantación de la titulación sufren (sufrimos) los estudiantes de I. Q. con respecto a los peritos industriales químicos (sabemos que, por desgracia, los estudiantes representamos el escalafón más bajo en tan insigne institución; vamos, que somos el último mono, si me permiten la expresión). No nos engañemos, como cualquier estudio superior, I. Q. resulta, por decirlo suave y llanamente, una carrera durilla, cuyo plan de estudios ya incluye suficientes trabas para el alumno en comparación con otras ingenierías (por citar una, que probablemente sea la más injusta de todas ellas, no poder matricular la asignatura Proyecto Industrial de 5.º hasta tener aprobados íntegramente los cuatro primeros cursos de esta carrera, que a veces parece ser de obstáculos, asignaturas de libre elección incluidas). Pues bien, después de que un estudiante de I. Q. lleve rompiéndose los cuernos durante los tres primeros cursos de la carrera, observa atónito año tras año cómo los peritos, ya con un título debajo del brazo y sus competencias perfectamente reguladas (¡ah!, ¿qué tampoco lo sabían? Pues sí, parece ser que los ingenieros químicos pertenecemos al ya oficialmente desaparecido limbo en cuanto a competencias reguladas se refiere), acceden directamente al 4.º curso de I. Q. sin tener que cursar asignaturas de cursos anteriores que se suponen básicas para la formación del ingeniero químico (y de las que prácticamente no han visto nada), como son, por poner un ejemplo, Fenómenos de Transporte o la maría Cinética Química Aplicada, ambas de 3.º

Como decía al principio, no vamos a pararnos en cosas tan nimias para los políticos como son las anteriores, ya que, al final, lo único realmente importante y definitivo a la hora de tomar decisiones es, como suele decirse, la pela. Pues bien, hablemos de la pela, señor rector. ¿Qué le parece a usted qué será económicamente más viable?:

a) Situación actual: los estudios se imparten, como viene siendo habitual incluso desde antes del nacimiento de la titulación como tal, en la Facultad de Química de Oviedo, donde ya existen todas las instalaciones necesarias (que no suficientes). Para ello, tienen que venir desde Ingenieros Industriales de Gijón un total de cuatro profesores a impartir asignaturas en la titulación (Ingeniería Mecánica de 2.º, Ingeniería Eléctrica de 3.º, Dinámica y Control de los ¿Procesos Químicos? de 4.º y Gestión de Proyectos de 5.º).

b1) Lo que parece ser que se pretende llevar a cabo: llevamos el Grado de I. Q. a Viesques. Pues nada, además de que aproximadamente el 70% de los créditos troncales y obligatorios totales de la titulación son impartidos por profesores de la Facultad de Química (nada más y nada menos que unas 37 asignaturas; asignatura arriba, asignatura abajo), trasladamos un departamento física y literalmente enterito desde Oviedo a Gijón, es decir, no sólo los profesores, becarios e investigaciones pertenecientes al mismo, sino también todas esas instalaciones (laboratorios, planta piloto, etcétera), a las que precisamente los peritos se desplazan todos los años para realizar «los laboratorios» de 3.º, que supongo será porque no disponen de ellas en su Escuela Universitaria de Viesques.

b2) Para atenuar la opción anterior, dejamos el Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente en su ubicación actual, pero nos llevamos igualmente el Grado de I. Q. a Viesques. De esta forma, sólo transportaremos diariamente entre ambos lugares ingentes cantidades de personas, es decir, de un flujo de profesores de Oviedo a Gijón para impartir la mayoría de las clases y un flujo en contracorriente de todos los alumnos del Grado para poder hacer las distintas prácticas (Experimentación en I. Q. 1 y sucesivas) en los laboratorios y la planta piloto de la Facultad de Química. ¿Qué lógico, verdad?

Concluyendo, creo que la disyuntiva planteada podría resumirse de forma muy ilustrativa con las siguientes analogías:

a) Que Mahoma siga yendo a la montaña.

b1) Llevar la montaña enterita a Mahoma, para que éste no tenga que seguir acudiendo a la misma.

b2) Simple y llanamente rizar el rizo.

Pues bien, por lo que se deduce de las declaraciones de nuestro querido rector aparecidas recientemente en la prensa asturiana, tanto la Universidad de Oviedo como el Gobierno regional parecen tener muy claro que en aras de la racionalización y optimización de recursos, lo mejor es rizar el rizo o, vayan ustedes a saber, llevar la montaña a Mahoma (dos originales maneras de «racionalizar» y «optimizar recursos», ¿no les parece?), aunque ello implique a todo un departamento en este desaguisado en el que parece ya decidido que se va a incurrir (por cierto, ¿qué hay de esos maravillosos puntos de su programa electoral dirigido a los estudiantes que dicen, y cito textualmente, «Afrontar con la participación de toda la comunidad universitaria la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior» e «informar de forma clara y transparente de becas y programas formativos»? Pues eso, que seguimos a la espera de tamaña participación observando estupefactos cómo la información, clara y transparente, fluye a raudales).

Atentamente, un eterno estudiante de I. Q. y futuro ¿licenciado, ingeniero, graduado...?

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