¡Una Asturias con futuro y un futuro para Asturias!
Asturias es a España, lo que España es para Asturias. Nuestra historia, con muchas luces y muy pocas sombras lo demuestra. El afán del asturiano, por su tierra, por su trabajo, por su progreso, y por su libertad para que todo ello fuera posible, fue y es una constante histórica.
Desde la rudeza de las entrañas de nuestra tierra, hasta lo agreste de nuestros campos, o el peligro de nuestros mares, el asturiano ha sabido extraer lo mejor de ella. Igualmente, hemos sabido jugárnosla, cuando lo creíamos necesario. Por nosotros y por España.
Desde las altas cumbres de Covadonga, hemos sabido defender la unidad de España, y la libertad de Asturias. Desde lo más profundo de nuestra tierra, hemos extraído el oro negro, tan necesario como imprescindible, para el progreso. Del fondo de nuestro mar Cantábrico, hemos sacado a la superficie, todo lo que de riqueza tiene. De igual modo, y desde nuestras empinadas tierras, muchas veces poco aptas para el uso de los medios modernos de trabajo, hemos sabido producir las mejores cosechas, para el sustento de la vida ruda del mar, del campo y de la mina.
Aislados prácticamente del resto del Reino, unas veces por razones geográficas, y otras por el abandono, en el que nos han sumido, hemos creado con nuestros pasos y día tras día, el camino a la meseta castellana, hasta llegar a extender nuestros lazos bajo el reino de Asturias y León.
La vía romana que cruza toda la cornisa cantábrica, desde la frontera con Francia hasta Finisterre, ha sido aprovechada por ganaderos para la creación de mercados naturales, como es el caso de el de Pola de Siero, generado en el camino hacia el de Torrelavega. El tránsito de nuestro ganado, así como el de nuestros vecinos gallegos y cántabros, ha hecho de Asturias, el centro de la ganadería norteña. Y nuestra cabaña ganadera goza del mejor prestigio desde hace muchos años fuera de nuestras fronteras.
Nuestros barcos han sabido competir, con recios y expertos navegantes como son vascos y gallegos. Nuestros marinos, acostumbrados al agua brava, se hicieron mucho más experimentados. Y allá, donde nuestros vecinos llegaban, nuestros marinos no se quedaban atrás. De ello se creó una larga industria conservera y transformadora que llevó la marca de Asturias hasta más allá del gran Océano Atlántico e hizo crecer económicamente a nuestros pueblos y ciudades costeras.
Hemos aportado y aportamos a la historia de España, grandes pensadores, excelentes políticos, preparados empresarios, insignes militares y curtidos y expertos trabajadores en cualquier sector. Por eso, no existe un solo lugar de España, ni en el mundo, donde el nombre de un asturiano no figure en alguna parte de la historia. Desde Cuba a Filipinas. O desde Terranova al Cabo de Hornos.
Por ello; son y somos los asturianos, gente de honor. Con orgullo de lo nuestro. Con amor a nuestras tradiciones y nuestra cultura. Con la solidaridad innata con España, de la cual nos sentimos hijos predilectos tras haber demostrado en cuantas ocasiones fue necesario, que la generosidad del pueblo astur, no conoce límites cuando de patriotismo de habla.
Somos –cómo no– de romería, de concejo abierto, de chigre y de fe, que se demuestra en las más de cien capillas dedicadas a la Virgen. Y en el respeto a una devoción mariana, que siempre fue respetada aún en las sombras que nos toco vivir. Somos gente de palabra. Donde un apretón de manos en si mismo, tiene más valor que la firma de cien notarios. De ahí que con este bagaje Asturias tiene futuro, no nos quepa a nadie la menor duda. Y por qué no decirlo: de otras peores hemos salido. Solo necesitamos que todos estos valores sean encauzados por políticos rectos, serios, honrados. Que sepan aprovechar todo el potencial de esta tierra, y de sus paisanos, y que hagan de su vida pública un acto de entrega y amor hacia Asturias y los asturianos. Si eso es posible. Otra Asturias también lo es ¡Puxa Asturies!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo