Nuestra ordenación formativa nos asfixia
Somos un barco que agita el agua hundido como está en ordenaciones de formación profesional y una más: (RD 1147/2011, de 29 de julio), pero que no avanza. Conducta rayana en el suicidio cuando se necesita un cambio de modelo productivo. No se puede seguir ignorantes a una estructura del conocimiento adaptada a la realidad de una FP inicial y una FP permanente conceptualmente distintas (artículos 149 y 150 de la Constitución europea). Reconozcamos las recomendaciones del Marco Europeo de Cualificaciones MEC (EQF) que establecen ocho niveles profesionales y que, obviamente se ve que se dividen en cuatro operativos y cuatro cognitivos (Bolonia):
- Niveles operativos: I) Peones con preparación profesional básica adquirida principalmente en la empresa; II) Oficiales de 3ª con la FP inicial de Grado Medio (GM) y formación en la empresa; III) Oficiales de 2ª promovidos desde oficiales de 3ª tras realizar cursos de especialización de la FP del tipo ocupación del Inem IV) Oficiales de 1ª de reconocida y contrastada experiencia adquirida en la empresa.
- Niveles cognitivos: V) Técnicos de la FP inicial Grado Superior (ciclo corto de Bolonia) más cursos de especialización de profundización en tecnologías como los impartidos por el Inem como especialización de tecnologías; VI) Graduados universitarios (1º ciclo de Bolonia) más las formaciones de especialización tecnológica de la FP ocupacional del Inem; VII) Graduados que hayan realizado másteres específicos universitarios (2º ciclo de Bolonia) más formaciones específicas del tipo ocupación como las de la Escuela de Práctica Jurídica para los graduados en Ciencias del derecho (en este caso para la ocupación de Abogado) con el fin de instruir en ocupaciones específicas; VIII) Doctores (3º ciclo de Bolonia) tras los procesos de investigación en las empresas, o para empresas, a través de las universidades.
Comprendo que para nuestros deseos tradicionales de tres niveles: «amo», «jefe» y «currito», ocho son muchos y aceptemos cinco como mal menor. Pero debemos estructurar los conocimientos para mover el barco. No es que no tengamos conocimientos, es que no los queremos estructurar adecuadamente para su difusión por lo que, con un paso de hélice inadecuado, nuestro barco no avanza.
Se debe tomar conciencia de lo esencial y profundizar en los estudios generalistas de la FP inicial, pero también comprender que más allá de esa formación inicial se deben desarrollar acciones formativas de especialización de cara a la ocupación que se pretenda desarrollar y, puesto que se acabarán desempeñando varias ocupaciones a todo lo largo de la vida y estas evolucionan con rapidez, no cabe duda de la necesidad de instaurar el aprendizaje permanente ocupacional de esas especializaciones y reconocerlas institucionalmente, algo que no se ha hecho durante décadas con la FP permanente ocupacional pública existente. Si la extremidad superior de nuestros cuerpos consiste en un brazo y un antebrazo, una ordenación formativa debe consistir en una FP inicial (antebrazo) y una FP permanente (brazo) ambas conceptualmente independientes. Proseguir en este sinsentido en el que la FP inicial se otorga a sí misma las funciones de la FP permanente, es continuar en el suicidio de una reducción al absurdo peligrosa anquilosando adrede el codo, es prescindir de la necesaria articulación entre dos concepciones formativas diferenciadas por la adaptabilidad y movilidad del brazo de la FP permanente y la estabilidad y firmeza del antebrazo de una FP inicial. Por no hablar de la muñeca que se articula entre la FP permanente ocupacional y la empresa que es la mano activa de un país; o del hombro que se articula entre la FP inicial y la Educación: fundamento y cimiento de una sociedad.
No podemos seguir en este suicidio de nuestra movilidad y adaptabilidad al futuro. Porque: «Venceréis (que ya vencisteis ley tras ley), pero no convenceréis (que a la vista de nuestra falta de competitividad exterior tras treinta años, no convencisteis)».
P.S.: La patronal y los sindicatos recibieron 117 millones de euros del Principado desde 2004
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