Réplica
El día 4 de marzo en curso se publicó en este periódico de LA NUEVA ESPAÑA un escrito que hace referencia a mi persona; una vez más, puedo observar que el escrito viene firmado por el señor Albino Suárez.
Señor Albino, ya lleva usted bastantes años peinando canas y entiendo que el sentido común, a esta edad, tendría que estar más asentado y ser a la vez más reflexivo y cuando uno tiene un lapsus, como fue su caso referente a los guerrilleros asesinados en la Bornaina, por defender dignamente el gobierno legítimo del pueblo y su bandera, sería lógico pensar que pidiera disculpas públicas por afirmar rotundamente que esta mujer y hombres no eran guerrilleros, ¿quién es usted para hacer tal afirmación?, ¿los apoyó en algún momento?, ¿tiene usted idea del concepto que nosotros teníamos de aquella lucha? Sólo me queda decirle que al insistir una y otra vez en lo mismo me demuestra usted que es un atrevido irresponsable. Ya está bien de leer en sus escritos que eran mineros, a tal respecto le diré que yo también fui minero a lo largo de cuarenta años y durante este período llegué a ser encargado general de la empresa Bienvenida II y cuando entendí que mi jubilación se aproximaba comencé una nueva actividad que había tenido aparcada hacia muchos años, escribir. Piense usted que si yo hubiese muerto cuando tenía 23 años, como así pudo suceder durante el consejo de guerra al que fui sometido, habría muerto como guerrillero del llano, entienda esto bien, pero no por ser minero, esta es la diferencia que usted no entiende, los guerrilleros de la Bornaina murieron por sus ideales representados en la guerrilla de Asturias, no por ser o no ser mineros.
Tengo la satisfacción de decirle que he conocido a guerrilleros de varias naciones del mundo: Cuba, Nicaragua, Rusia, Francia, donde tienen monumentos y calles a sus nombres, y por supuesto España, y en especial como es lógico Asturias; con estos últimos conviví desde mi niñez y compartimos hambre, lealtad y muerte, fueron quince años de una lucha despiadada, donde vi morir a muchos de mis mejores camaradas, esto fue serio, muy serio, cruel y humano a la vez, para que un cualquiera frivolice en los días de hoy con ello, no lo toleraré, ellos están muertos pero yo estoy aquí.
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