Jarrio, una gran experiencia
He leído con interés el artículo «Nacer en Jarrio, naturalmente» publicado en su diario, el sábado 7 de marzo de 2009. También nosotros cuando supimos que íbamos a ser padres decidimos que nuestro hijo naciera en el Hospital de Jarrio.
El nacimiento de nuestro hijo Julio fue un acontecimiento único y trascendental en nuestras vidas.
Quiero felicitar al equipo médico de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Jarrio, que compartió con nosotros esta maravillosa experiencia en un discreto segundo plano (especialmente al doctor Rafael Maroto Páez, a quien me une un afecto sincero y una admiración profunda), por el éxito en la elaboración e implantación de los protocolos de preparación al parto, atención al parto natural y lactancia materna.
Me gustaría agradecer públicamente la calidad y calidez en la atención recibida de las auxiliares de enfermería de partos (especialmente a Visi, por sus «mimos» para conmigo durante todo el tiempo que duró la dilatación), del equipo de matronas del hospital (especialmente a Montse, que atendió «nuestro parto») y de las enfermas de pediatría (por su paciencia al enseñarnos a dispensar los primeros cuidados a nuestro hijo recién nacido).
Casi ha pasado un año, sin embargo yo me acuerdo con la misma emoción todos los días. Mi más sincera enhorabuena por vuestro trabajo. ¡Hasta pronto!
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