Carta abierta a la oposición.
Les remito esta carta para explicarles la grave situación que estamos sufriendo y que parece ser que no han comprendido todavía.
En Asturias hay una tasa de paro del 17,2%, casi una quinta parte de la población activa. Siendo así, no puedo entender el debate que han abierto esta semana sobre la anulación del convenio de la memoria histórica, dado que si ustedes no lo saben, en un Gobierno, al igual que en una empresa, existe un orden de prioridades y, en este caso, yo, y muchas más personas, creemos que es más importante trabajar en la creación de empleos y en elaborar un futuro.
Esta semana ustedes han calificado a nuestra alcaldesa, Carmen Moriyón, de fascista y de mezquina, y solamente puedo decirles que me parece por su parte una actitud políticamente incorrecta, sucia e intolerante. Ser un político de oposición implica llevar un control de gobierno, y deberían saber que los contribuyentes no les estamos pagando para que insulten y critiquen; les pagamos para que controlen, ayuden y propongan. La crítica es una de las cosas más fáciles de hacer, ya que casi todas las cosas son discutibles y mejorables, y para ello no es necesario una formación previa, lo demuestran cada día; sin embargo, para buscar soluciones sí hace falta tener conocimientos, ideas y luego llevarlas a cabo. Que yo recuerde nunca he oído a ninguna de las oposiciones que tuvimos en Gijón descalificar a ninguno de los alcaldes que gobernaron la ciudad. Pueden estar orgullosos, ustedes han sido los primeros.
Al abrir este debate yo me he abierto otro y quizá me puedan ayudar a contestar algunas preguntas.
¿Les preocupa más la memoria histórica que la ruina de muchas familias que no pueden salir adelante?
Les he oído decir en repetidas ocasiones que quieren ver resultados del nuevo gobierno y, cuando éste hace algo, aunque esté bien hecho, lo critican. Y la verdad es que somos muchos los que estamos cansados de sus mismas réplicas, de sus mismos argumentos, de su falta de ética y de su absurda política de la dignidad y el buen rollo, y por todos estos motivos –y algunos otros que no vienen al caso– ahora les toca ser oposición, y todo apunta a que por mucho tiempo.
En cuanto a la memoria histórica, me parece muy bien que las familias puedan contar con el apoyo de un Gobierno para dignificar y localizar a sus familiares, pero en estos momento me preocupa más ese padre de familia con varios hijos, un trabajo precario, que ustedes han consentido, una mujer en el paro y una hipoteca o alquiler que pagar.
¿Qué ayudas tiene esta gente? En la mayoría de los casos, ninguna, porque han creado un sistema de ayudas para unos perfiles determinados y que la mayoría de las personas no cumple; de este modo ustedes predican y presumen de subvenciones que raramente serán concedidas, dado que los requisitos para acceder a éstas rozan lo absurdo. En román paladino a esto se le llama vender humo.
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