Vistiendo tradición en el desfile de la Regalina
A través de estas líneas quisiera hacer un modesto llamamiento a la gente de Cadavedo, tanto a la gente que es natural y vive en Cadavedo como a la gente que siendo natural o teniendo raíces cadavedanas acude a pasar su estancia estival en el pueblo y, cómo no, también a toda esa gente que siente a Cadavedo como suyo porque ya son muchos los años que veranean aquí y son unos vecinos más.
El último domingo de agosto se ha celebrado en nuestro pueblo la festividad de la Regalina, declarada de interés turístico regional, una romería cargada de tradición y asturianía en la cual cientos de personas lucen su traje regional.
Desde que era pequeña me visto de asturiana y espero poder seguir haciéndolo muchos años, para mí este día es especial. Me alegra mucho ver que cada año son más las personas que se visten de asturianas, inculcando esta tradición a sus hijos, algunos bebés y a los que con sólo unos meses de edad ya visten y llevan en el desfile con sus carros engalanados. Sin embargo, me entristece mucho que cada año sea más la gente de Cadavedo que reniegue de nuestro traje típico regional y se vista con un atuendo no se sabe muy bien de dónde. Soy de la opinión de que cada uno puede ponerse el traje que quiera, por ejemplo el de vaqueiro, que igual de respetable es que el nuestro, pero me da pena que alguien de Cadavedo luzca ese traje y no el nuestro de siempre.
Desde aquí hago un llamamiento a que conservemos nuestro traje y que, en todo caso, si alguien opta por lucir otro que no sea el típico nuestro, que deje el lugar a otra persona para portar una cinta del ramo de alfiladas, llevar una guirnalda, llevar la bandera, tocar la pandereta y cantar a la Virgen en la procesión del Campo de La Garita o bailar con el Grupo de Coros y Danzas de Cadavedo, porque entiendo que no representa a Cadavedo aunque lo lleve en el alma.
Hace aproximadamente 18 años a mí no me dejaban portar la bandera con el pañuelo blanco bordado porque tenía que llevar el pañuelo blanco liso por ser el típico y resulta que desde el año siguiente empezó a implantarse el todo vale precisamente por parte del círculo de aquellos que no querían pañuelo blanco bordado y hoy hay que ver en las gentes de Cadavedo sus pañuelos morados, amarillos, estampados, mandiles blancos, chales de lana en vez de dengues, faldas que no son las típicas rojas, verdes, azules o amarillas con rayas en los bajos, etcétera.
Como cadavedana invito a la reflexión a todas estas personas que parece quieran distinguirse con atuendos atípicos y espero que retomen su contribución a mantener lo tradicional de nuestro pueblo.
Y a la comisión organizadora del desfile, desde estas líneas, le sugiero que a aquellas personas a las que les encomienden representar a Cadavedo en el desfile les obliguen a lucir el típico traje regional de Cadavedo.
Desde aquí mi recuerdo y un abrazo para Elena, Regalina y María Carmen, las cuales contribuyeron a inculcarme la importancia del Desfile Folclórico de «Lus Ramus de Alfiladas» de Cadavedo.
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