Una peligrosa cacería
Quiero poner en su conocimiento los graves acontecimientos ocurridos el pasado sábado, día 10 de septiembre, en el transcurso de una cacería de jabalí en el entorno de la carretera de acceso al pueblo de Pineda, en el concejo de Somiedo. Durante la misma, se fue persiguiendo un animal desde la parte alta del valle en sentido descendente, llegando a aproximarse hasta los aledaños de la casa en la que varias personas nos encontrábamos pasando el día.
Finalmente el animal fue abatido por dos disparos realizados a pocos metros de la casa. Más concretamente, uno de ellos se hizo en el prado superior anexo a la misma. El otro procedía de un cazador situado a corta distancia del molino existente en las proximidades y perteneciente igualmente al conjunto de edificaciones y fincas que conforman este pequeño núcleo rural.
En el momento de los hechos, dos niños pequeños jugaban por los alrededores. Otros dos adultos realizaban diversas tareas en el entorno de la casa. Yo me encontraba realizando tareas de restauración en el canal de dicho molino, a distancia realmente corta del cazador que realizó uno de los disparos. Mi presencia semioculta en la vegetación y el mimetismo de mi ropa de trabajo me hacen pensar en lo cerca que estuvo el accidente.
El animal fue abatido, como digo, en las proximidades de la casa, e inmediatamente después un número importante de perros, que no puedo precisar, invadió el entorno de la casa, aunque por fortuna los niños pequeños habían sido retirados al interior.
Si me dirijo al periódico lo hago de forma constructiva. Me planteo seriamente la capacidad de un único guarda de controlar un grupo de 15 cazadores, especialmente en zonas boscosas. Rogaría a las autoridades del parque reconsideren esta asignación de recursos.
Aunque me he propuesto no realizar juicios de valor sobre la actuación del guarda, no puedo evitar compartir mi reflexión sobre si en las varias ocasiones que pasó por delante de una casa con evidente presencia de personas y niños, no debió actuar de forma competente advirtiendo sobre el posible peligro e informándose sobre la existencia de alguien más en el entorno.
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