La profesionalidad de la Guardia Civil
El pasado sábado 3 de septiembre salimos, como todas las semanas, un grupo de doce amigos a disfrutar de nuestras montañas asturianas o leonesas. Unas veces son cumbres emblemáticas de los Picos de Europa y otras son cumbres humildes en altura, pero no por ello menos bellas. En esta ocasión elegimos un balcón privilegiado para disfrutar del paisaje de los Picos de Europa: el pico Cuetón (Cabrales). Iniciamos nuestra ruta como siempre con todo lo necesario en la mochila de un montañero y con toda la ilusión de disfrutar de un día de montaña. Sin embargo, el día nos depararía una sorpresa nada agradable y de cierto peligro. Cuando estábamos en el último tramo de nuestro objetivo, la muy temida niebla hizo acto de presencia y nos rodeó de tal manera que, a pesar de contar con expertos montañeros en el grupo, la situación se fue volviendo cada vez más difícil de resolver. Intentábamos encontrar el sendero que nos devolvería a lnguanzo (Cabrales), pero no había manera de orientarnos porque cualquier punto de referencia estaba enmascarado por la niebla. Y así, caminando hora tras hora, se nos hizo la noche. Buscamos un sitio para pernoctar, que por supuesto no eran ni cabañas, ni cuevas. ¡Ah, si pudiéramos verlas! Sabíamos que sería una noche dura y larga, pero era lo más sensato que podíamos hacer y no debíamos correr riesgos.
A partir de este momento es cuando empieza el verdadero motivo de esta carta de agradecimiento. Cuando decidimos no avanzar más y esperar a que amaneciese, convencidos de que íbamos a pasar una noche larga y dura, avisamos a nuestros familiares de la situación en la que nos encontrábamos, realizando estas gestiones con los oficiales de la compañía de la Guardia Civil de Avilés, los cuales dan aviso de nuestra situación a la central de la Guardia Civil de Gijón e inician a las 22.00 horas el dispositivo de búsqueda y rescate. Es de señalar que a pesar de que informamos de nuestra situación e insistimos continuamente en que nos encontrábamos bien, teníamos comida, agua, algunas frontales y habíamos levantado un «aparente campamento» para pasar la noche, el Grupo de Montaña de la Guardia Civil de Cangas de Onís inició nuestra búsqueda y rescate inmediatamente. No podíamos darles una referencia ni medio clara de la situación geográfica en la que estábamos porque no veíamos absolutamente nada y no queríamos que intentasen localizarnos porque podía ser peligroso para ellos mismos salir a buscarnos a esas horas y con esas inclemencias. Pues bien, el Grupo de Montaña de la Guardia Civil de Cangas de Onís estuvo en contacto telefónico con nosotros en todo momento. No sólo para confirmar que estábamos bien, sino para intentar buscar una referencia que a ellos les indicara por dónde buscarnos. Cuando ya estábamos más que convencidos de que pasaríamos la noche a la intemperie, a las 01.58 de la madrugada aparecieron unas linternas en lo alto de una collada. Ya estábamos localizados. Con la casi nula información que les pudimos facilitar, habían conseguido encontrarnos y estaban allí, rescatándonos, en plena noche, con una lluvia incesante (ya no había niebla)... Y no sólo eso, sino que continuaron la búsqueda de tres de nuestros compañeros que se encontraban en otro lugar de peor acceso, hasta altas horas de la madrugada.
Por todo eso, queremos agradecer de manera especial a esas personas que decidieron salir a buscarnos a pesar de nuestra insistencia en que no lo hicieran. Gracias al Grupo de Montaña de la Guardia Civil de Cangas de Onís, a los guardias de Carreña que nos trasladaron en sus vehículos, al jefe de coordinación de Bomberos de la zona oriental –que colaboró personalmente con todos los demás– y muy especialmente al guarda de caza Sergio, que logró localizarnos, así como a todas aquellas personas de las que no podemos dar nombres por desconocerlos pero que aportaron su ayuda para que todos nosotros finalizásemos nuestra jornada montañera sin lamentar ninguna desgracia. Queremos hacer este reconocimiento a modo de gratificación personal y como valoración a la profesionalidad de un cuerpo que en muchas ocasiones se lleva más críticas negativas que positivas. Todos ellos podían haber esperado a la mañana siguiente y, sin embargo, no lo hicieron. Por lo tanto, os reiteramos públicamente nuestro agradecimiento. Muchas gracias a todos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo