¡Cómo no lograr vivir la «tira»!
Recordatorio. Dos cosas me admiran: la inteligencia de las bestias y la bestialidad de los hombres.
T. Bernard
Ha escrito uno de los clásicos mundiales, concretamente Rabelais, que para vivir 665 años (Matusalén), había que invertir el tiempo de tal manera de no despertarnos diariamente más temprano que a las 08.00 horas en punto. Y lo primero de todo pasar al lugar de hacer las «necesidades apremiantes», verbigracia, orinando por lo menos, por lo menos, 8 litros y evacuando por igual cantidad sólida o medio sólida los demás desechos corporales... En cuanto al desayuno y la comida principal hagámoslo todo junto a las 14.12. Le exculparéis a este escribidor que no os detalle qué ingerir: mas muy bien podéis imaginároslo. Un adelanto nos indica el mencionado autor, y nosotros os lo reiteraremos las veces que haga falta. A saber: comamos y bebamos, según la estación, los manjares de nuestro agrado hasta que no podamos con el vientre. Respecto a «beber», no tengamos punto final, ni canon, pues las metas de «empinar» y los límites de las personas empinantes no tienen medida; bueno, sí la tienen: verbigracia, cuando la suela de los zapatos alcanzan el grosor de los dos pies juntos. O cuando te ves ¿? irremediablemente deshecho en plena carretera por tu vehículo o por otro automóvil cuyo conductor había «chumado» tanto o más que tú.
Amables lectoras/es, que este fin de septiembre en el que estamos, y en adelante, os vaya fenomenal. Despedida y cierre. Érase una vez.
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