¿En la Formación Profesional?: cambios señor Presidente.
Señor Presidente: lo más importante que requiere la FP es un cambio de mentalidad e interpretación de su estructura conceptual, osease: inversiones en esa materia gris de la que tanta rentabilidad se obtiene si se sabe usar y que cuesta tan poco. No podemos seguir ignorando las recomendaciones del Marco Europeo de Cualificaciones (EQF) y, por tanto, sin interpretar correctamente sus ocho niveles profesionales: los cuatro cognitivos (o de los acuerdos de Bolonia) y los cuatro operativos.
Recientemente he leído en esta sección un articulo titulado «Mejoras en la Formación Profesional» en el que se le solicitan mejoras cayendo en erróneas argumentaciones que, al ser sistemáticamente reiteradas por quienes tienen el poder de mantenerlas y no enmendarlas, no sé en que se convierten, pero que desde luego son, como mínimo, falacias estériles que ya han demostrado su peligrosidad. En el mencionado escrito se dice que, en Alemania, «en la base de la pirámide se encuentran cualificados (técnicos supongo) que han hecho la FP (...) y, en el vértice, se encuentra a los diplomados y licenciados (también cualificados ¿supongo?)», dándose a entender con ello que en España, y más en Asturias, hacemos las cosas mal. Y así es, hay conceptos interesadamente erróneos desde décadas que están lastrando nuestros conocimientos y crecimiento; y es que, llamándose FP inicial: ¿por qué no han promovido tal función en su seno? Es decir: a la salida de la ESO por qué no dirigen a los discentes hacia un sector profesional de la FP inicial, de tal forma que, terminado el CFGM, los mejores de éstos continuasen en la propedéutica de la FP inicial, y pasasen al CFGS y, de éstos (que ya son ciclo corto de Bolonia), los mejores pasasen al Grado universitario (1º ciclo de Bolonia)... Porque así, con esta estructura conceptual, es como se forma la pirámide que se dice existe en Alemania y aquí no. Pero entonces: ¿qué ha ocurrido en estas últimas décadas? Pues que ustedes querían ser la FP última de cara al empleo (y también la única). Pero este concepto del empleo corresponde por derecho propio a la FP permanente ocupacional. Y claro, al final, ni lo uno ni lo otro. En este desastre no estuvieron solos, les acompañaron los AASS (osease: todo el Consejo General de la Formación Profesional en pleno) interesados en... (Pregúntenles a ellos). Lo cierto es que cuando un técnico de mantenimiento industrial necesita conocer la tecnología oleohidráulica (por ejemplo) necesita como mínimo 350 horas de conocimientos (sino consulten los manuales de Arcelor Mittal para formación oleohidráulica y díganme: ¿para enseñar tales manuales, cuántas horas requerirían?). En cambio, ustedes, en el CFGS a lo sumo dan 60 horas (correcto para ser FP inicial). Pues bien, esa materia de 350 horas de oleohidráulica se dan, y son propias de la FP permanente de carácter ocupacional desde que existía en el SEAF-PPO. Y es que más allá de la FP inicial, y yendo ya hacia el empleo tanto los de primer empleo como los más veteranos que mejoran su empleabilidad, se necesita esa FP permanente de carácter ocupacional con contenidos formativos de especialización y sentido estructural propios. Una formación que debe existir, y existe aún, aunque ustedes se empeñen en negarla y exterminarla.
Señor Presidente: urge cambiar la mentalidad; no se puede seguir considerando ni consintiendo que la importantísima y diferenciada tipología formativa profesional tanto en contenidos como en desarrollos prácticos, sea vista conceptualmente como algo que afecta únicamente al tipo de discente: estudiante, desempleado y empleado, sin considerar la diferenciación de contenidos y de estructura conceptual; porque: es mucho lo que en este sentido se diferencian: la FP inicial, la FP permanente de carácter ocupacional y la FP en el puesto de trabajo que, obviamente, esta última debe hacerse en alternancia con la FP permanente de carácter ocupacional como la formación, que es, para la mejora de la empleabilidad.
Carlos Muñiz Cueto.
Instructor de Formación Profesional para el Empleo
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