Marianito, blandito, blandito
Se acercan las elecciones generales y... todavía está don Mariano en aquello de... «donde hace tiempo dije digo, ahora no digo nada». Me refiero a temas básicos y puntales en una democracia, que atañen a la defensa del ser humano, su dignidad personal, su libertad, su hacerle justicia, etcétera. A ver cómo reviste su programa electoral:
En primer lugar, del derecho a la vida, previo a cualquier sistema, también el democrático; vida que no puede ser otorgada por nadie, por ningún tipo de voto democrático, sino reconocida y defendida, casos del aborto y eutanasia. Y de cara a su compromiso electoral... ¿En qué quedará todo esto, don Mariano?, ¿abortará esta ley...?
En segundo lugar, del derecho a la libertad de pensamiento, enseñanza, creencia, etcétera, salvaguardada por la Constitución, y que los padres tienen respecto a sus hijos, que no puede ser pisoteada por nada ni por nadie, tampoco por un Estado totalitario. Éste es el caso de la obligación de cursar Educación para la Ciudadanía. Y de cara a su compromiso electoral... ¿En qué quedará esto, don Mariano?, ¿abortará esta asignatura...?
En tercer lugar, del derecho a la justicia por parte de la ciudadanía. Éste es el caso de las víctimas del terrorismo, que ven cómo se les esfuma, cada vez en vuelos más altos, desde la Audiencia Nacional hasta Irún, ese sospechoso y «arreglado pájaro Faisán» que José Luis y Alfredo (¿tal vez con Mariano como invitado?) se guisan y comen calladamente. Y digo esto porque... Rajoy no hace ruido, «no crispa» (lección aprendida del «repaso socialista») y es incapaz de dar el consabido «puñetazo en la mesa» y explicar debidamente las cosas a todos (uno de los grandes fallos del PP). Así que, digo yo... ¿temblará su mente imaginando el enésimo enfrentamiento entre españoles? Sinvergonzonería político-judicial sin límites y por la que, por colaboración con banda armada y terrorismo, se condenó durísimamente a ladrones de Mina Conchita (sentencia del 11-M) y, sin embargo, estirando cual «chicle» sus argumentos, evitan el término «colaboración con banda armada» contra aquellos malos policías de Interior que dieron el chivatazo a gente afín a ETA. Así lograron su fuga para no ser detenidos y ahora no quieren ver salpicados, de ese «chivatazo», a su cúpula de Interior. Clarísima actitud de alta traición y colaboración con enemigos de la nación en la que, una buena parte de la cúpula judicial, no quiere salpicar y sí aforar y proteger a los Rubalcaba y Camacho de cara a las elecciones. En esto, Mariano, al igual que en lo del 11-M, si ganas, te preguntamos qué harán tus jueces, porque, por desgracia, ya puestos a una justicia servil al partido que toca, digo yo, también en estos casos y otros muchos, tales como los abusos en Andalucía, propiedades de Bono y más, etcétera, tendrás el mismo derecho a decir «arre» a tus «jueces y pumpidos», donde otros dijeron «soo» a los suyos.
Pero está claro que te produce «salpullidos» sacar estas cosas ante el arsenal mediático del poder actual. ¡Se está mejor así, blandito, blandito...! Te sientes más a gusto en explotar filones que suponen una mayor cosecha de votos, como la grave situación económica (que hay que hacer) en la que ZP no hizo más que mentir (véanse hemerotecas, videotecas, fonotecas y las «mentirotecas...» de sus amigos) y ocultas, porque hoy se lleva, cuestiones que están en el quicio de lo anterior, valores que engrasan la convivencia en dignidad personal y en justicia. ¿También la estrategia y el pensamiento débil reinante en tu partido bloquearán el de dónde y adónde como nación y dejarás, para engordarla cuando ellos retornen, la «escoria» de leyes que nos dejaron?
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