Conmigo que no cuenten los manipuladores
Lo que es la vida, pasamos del joaquinazo al vallaurazo en un abrir y cerrar de ojos, y es que los tiempos cambian que es una barbaridad. Quién nos lo iba a decir, Aréstegui defendiendo la sobrevivencia del Centro Cultural avilesino o, mejor dicho, asturiano ya que se proyectó y ejecutó con dinero de todos los que en esta región vivimos y cotizamos.
Ecce homo llamado Joaquín y apellidado Aréstegui, punta de lanza y verdugo de quienes le hicieron temblar no ha muchas fechas segándole la yerba electoral bajo sus pies de barro. Conmigo que no cuenten los manipuladores. Mi guerra no está en socorrer a quienes dejaron esta tierra, también mía, en un erial, ni tampoco en favorecer el advenimiento de aquellos pasivos cuya dedicación exclusiva siempre trató de seguir viviendo a cuenta del prójimo más próximo. Lo que me interesa, nos interesa, es conocer con exactitud las cuentas del Niemeyer. Saber si los gastos se justificaron con rigor contable, porque, lo que es la programación, parece, según el recto saber y entender de la mayoría de expertos preguntados, no está en sintonía con lo que nos vendió Natalio Grueso y el Patronato, incluida la señora Alcaldesa.
Pero, ya está bien de hablar de personajes sin recorrido político futuro, sobre todo porque después me acusarán de vaya usted a saber qué fobias. Lo que sí parece de razón es que quien más dinero aportó al proyecto y sigue aportando, es decir, la Administración autonómica, sea quien asuma la mayor responsabilidad en la dirección del Centro Cultural. Sinceramente, pienso que la sangre no llegará al río y que todo se quedará en un entendimiento entre las partes ya que a nadie le interesa romper un sueño hecho realidad al que los avilesinos teníamos derecho.
Todos estos excesos verbales que se van sucediendo un día sí y otro también, hay que entenderlos en clave electoral. Vallaure, Roces, Aréstegui, López Ares, Lastra, todos quieren pescar en el mismo caladero. El problema es que, unos y otros, PSOE y PP, tanto y tan largo tiempo defraudaron a la ciudadanía asturiana que cualquier opción medianamente creíble les va a ganar la partida. Esperemos que esta opción sea coherente con la idiosincrasia de nuestra tierra.
Lo que nadie puede negar es que, al menos hasta la fecha, IU no está entrando al trapo que le enseñan Joaquín Aréstegui y Pilar Varela. Espero y deseo que la coherencia mantenida por esta organización les den los réditos que merecen en las próximas generales, aunque, habría que decirle a Iglesias, que las elecciones políticas con listas cerradas, no exculpan a ningún personaje público. Los políticos, hasta ahora, no dan la cara, se esconden tras las siglas del partido. Espero ver algún día en las páginas del BOE el desarrollo de una nueva ley electoral donde las listas abiertas pongan en su sitio a más de un político que dedicó toda su vida profesional a la conspiración y la engañifa para mantener el estatus.
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