¿Pedirá perdón el ex presidente Areces?
El ex presidente socialista Álvarez Areces y su equipo ahora demuestran a quienes no quisieron saberlo durante sus doce años de desgobierno que, a más de una desmesurada falta de escrúpulos, el despilfarro, la indecencia política y la trampa fueron sus señas de identidad.
Sobra decir que la primera tarea del Gobierno entrante ha de ser la revisión con lupa del estado de las cuentas, de las concesiones, los nombramientos (ilegal el de su esposa Soledad Saavedra como directora del Instituto Adolfo Posada), y las subvenciones, que en este caso, contando con la falta de rigor y de peso de la oposición (Partido Popular), han tenido un camino liso y llano para campar por su fueros.
Pero henos aquí que, hartos y más que hartos de ser los últimos de la fila, los asturianos hemos elegido a quien, contando con un currículo de vértigo y que por sí mismo ensombrece el más que paupérrimo historial de la legión de giróvagos socialistas, comunistas y populares, representa, además, un período de ilusión. El fenómeno político Álvarez-Cascos, más que todo esto, ha irrumpido desde la mesura, la templanza y a austeridad. ¡Fuera los despilfarros arecistas!: sobra la TPA, la Policía Autonómica, la Defensora del Pueblo (sobre todo con un currículo jurídico de bajura como el de la hermanísima de la ex alcaldesa de Gijón); sobran todos los coches oficiales (incluido el del Presidente), sobran las delegaciones del Gobierno de Asturias en Madrid, y más si cabe la de Bruselas; sobran las excursiones de lujo y a todo pasto, como las protagonizadas por Areces, el IDEPA y a veces, claro (por aquello de que toda la familia vaya de excursión), Ovidio Sánchez y compañía.
¿Alguien puede demostrar un solo resultado positivo de las tan reiteradas excursiones de Areces por América y África? ¿Cabe mayor responsabilidad que aclarar el zafarrancho que Areces y su equipo nos han dejado como herencia? ¿Centro Cultural Niemeyer? Sí, claro, sobre todo desde la equidad, la transparencia y la mesura. ¿Tiene que ver el futuro de Avilés, y de Asturias por lo tanto, con los gastos desmesurados (un millón de euros) en hoteles, farturas, fiestas privadas, yates y suites en Cannes, etcétera, tal y como ha hecho Areces y su equipo de ineptos? ¿Actividad sindical, cursos de formación y demás? Sí, claro, sobre todo desde la claridad de objetivos (al margen de los puramente políticos y electorales), desde la proporción del número de liberados y demás desertores de la tiza, el pico, la pala y el soplete. ¿Cabe mayor irresponsabilidad de parte del Gobierno saliente de Areces que Asturias cuente con mayor número de liberados sindicales que Cataluña o Galicia? Por si fuera poco, Areces ni siquiera ha sido capaz de programar, ni gastar, la mayoría de las partidas provenientes de los tan reclamados fondos mineros (tal y como los mismo socialistas reconocen). Ello reitera además, tal y como ya hemos denunciado en numerosas ocasiones, la inutilidad e incapacidad del sindicalero José Ángel Fernández Villa, el mayor cáncer de la política asturiana de los últimos 35 años.
Los asturianos, y no digamos, sobre todo, quienes nos dedicamos a la enseñanza, todavía estamos esperando una explicación de parte de Areces y su equipo acerca del caso Riopedre, Otero y Renedo. Esperamos un perdón del porqué de la supresión de los exámenes de septiembre (según Areces «son insolidarios»), pero que a los dos años tuvo que recuperar. ¿No resulta más fácil así deducir el por qué Asturias es primera en abandono escolar?
Mientras tanto esto ocurría, Areces y su equipo callaban y otorgaban ante los incumplimientos y agravios comparativos de parte del Gobierno de Zapatero y José Blanco. Mientras tanto, Areces fue capaz de añadirnos un impuesto más (el céntimo sanitario) y mantener el peaje del Huerna (tal vez y únicamente justificado para mayor desmesura del nuevo HUCA). Por cierto, ¿cabe mayor falta de escrúpulos que el rosario de impagos, durante más de un año, a la legión de empresarios y subcontratas del citado hospital? ¿Es ésta la forma de favorecer el empleo o de garantizar la supervivencia de los autónomos implicados en este desmán? ¿Qué cabe esperar de un presidente que, como Areces y su ex consejero de Industria y Empleo, Graciano Torre, fue capaz de dejar caducar los convenios de los fondos mineros? ¿Son éstos a los que se les llena la boca defendiendo la minería?
Urge copiar el modelo finlandés. ¡Que cada gobernante cargue con su irresponsabilidad, que se le inhabilite a perpetuidad y que por su cuenta restituya los daños producidos! ¿No?
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