Un homenaje a la amistad....
A Emilio Serrano y Quesada, ponderado por antonomasia embajador plenipotenciario de San Martín de Collera que lo vio nacer, de su querida Asturias que lo acompañara a crecer, y de su amada España que más allá de sus fronteras honrándola rebasa, siendo por ende un ciudadano cabal, ejemplar. Dos plumas de cultura reconocidas nos confirman –podrían ser más–, escribiéndonos acertadamente sobre tan ilustre riosellano, quien con su manifiesto don de gentes, sonrisa abierta y franca, de inmediato nos trasluce ese singular tan suyo modo de ser natural, que al hablar estimula siempre nuestra atención. Ellos son: Francisco Rodríguez García, respetable astur, empresario internacional y magnífico escribidor, y el notable periodista Lorenzo Cordero Rosete, de la cordial Ribadesella su cronista oficial; los dos, excepcionales prologuistas de la ingeniosa obra de Emilio: «Sabor a guindas», que es todo un lujo y distracción releer y catar... su «destilería» como sus «recuerdos», como si estuviéramos juntos a él.
Pocas veces, debido a motivos personales de salud, el que suscribe lamentará no poder estar presente en el justo e improvisado homenaje que la prestigiosa tertulia «L’Alderique» el día 27 de los corrientes, merecidamente, a este excepcional personaje obsequiará... Resumiendo las interesantes páginas del libro en cuestión, nos detenemos en la lectura edificante referida al poeta salmantino extremeño José María Gabriel y Galán, tan de lenguaje llano y popular, donde nuestro amigo se reconoce, ante todo por haber podido convivir y conocer a un compañero de «la mili», natural de la histórica Extremadura de América conquistadora –cuyo nombre ha olvidado–, de quien hiciera suya esta sugerencia: «Lo que vale un hombre» y defender su tierra saber. Lo que de guía le ha servido en las actividades de su interesante vivir, para darse enteramente a sus gentes, sin bastardos intereses o insensibles egoísmos, que en cualquier sociedad no es mas que desilusión... Filosófico poeta que en aparente prosa llana rezuma la poesía en su totalidad... A este aedo le debo, desde hace tiempo, un sentimental agradecimiento, desde cuando me obsequiara su obra precitada con una dedicatoria extensiva a mi amada asturiana María del Carmen, que no se transcribe por mor de no alterar mi pobre y a la vez soberbia vanidad...
Aunque, no obstante, sí, me permito agradecer públicamente lo que el empresario-poeta-escritor me señala, al calificarme como un «despertador de sueños» (página 292) cuando nos resuena sus «Ecos de Rubén Darío» y mi nombre conjuga con el poeta genial, lo que me hiciera tristemente recordar, mi pueblo, Matagalpa, Nicaragua... ¡qué tan lejos están!
A mis contertulios, a César Álvarez de manera especial, cuando se lea este escrito, me disculpen, si es leído, por traspasar los tres minutos, que César, director de la «peña», para dialogar o preguntar a cada uno, nos hace observar. ¡Va un abrazo, Emilio! Por ser representante de esa tan buscada y pocas veces hallada ¡la amistad!
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo