Derecho a la perdición
Mi estimado colega el profesor Ramón Durán trata de responder («El corporativismo es la perdición universitaria», LA NUEVA ESPAÑA, viernes, 20 de marzo de 2009) a mi artículo («El camino a la perdición universitaria», LA NUEVA ESPAÑA, miércoles, 18 de marzo de 2009) y el lector juzgará si lo consigue. En mi artículo se aportaban varias razones: primera, no existe tal asignatura (Economía y Contabilidad) en las universidades que merecen tal nombre (nada dice a este respecto); segunda, no se aprenderá ni la una (Economía) ni la otra (Contabilidad) (nada dice a este respecto). Dado que éstas son las razones básicas y no hay respuesta a las mismas, entiendo que me concede la razón en estos puntos.
Subtítulo: La asignatura Economía y Contabilidad tiene tanto sentido como otra que se titulase Química y Geología
Destacado:El profesor Durán me da lecciones de sabiduría,que agradezco, pues nunca sobran
Veamos ahora si he errado en el resto. Respecto a mi tercer argumento, me tilda, entre otras muchas lindezas (obsérvese que en mi artículo no se hablaba de ninguna Universidad ni de ninguna persona concreta y, consecuentemente, no se calificaba a nadie de nada), de «corporativista», de «frívolo» y de «realizar afirmaciones atrevidas» y, por si esto no fuera ya suficiente, me da lecciones de sabiduría («también es muestra de sabiduría meditar las palabras y avalar los datos que uno esgrime, fundamentalmente con los hechos») que agradezco, pues nunca sobran. El problema es que el hecho que él esgrime es que «yo he presidido esta conferencia y puedo garantizarles que, frente a las afirmaciones cuando menos frívolas de mi colega, nadie planteó nunca una asignatura de Economía y Contabilidad que fuera rechazada». Sin duda, aquí hay un malentendido que conviene aclarar. El profesor Durán se refiere a la XV Asamblea celebrada en nuestra Universidad, que él presidió, y yo me refería, tal como consta en mi artículo, a «la documentación resultante de las sucesivas conferencias». Pues bien, en la página 6 del acta de la XIV Asamblea de decanos de las facultades de Derecho de las universidades españolas, celebrada en Córdoba, se señala que «el doctor (omito el nombre, por no ser relevante, pero es de una Universidad privada) propone que Economía se llame Economía y Contabilidad… Tras varias intervenciones más, se aprueban por unanimidad los contenidos formativos comunes del grado de Derecho que se adjuntan como anexo». Ahora veamos lo que dice el anexo respecto a este punto: «Posible denominación de la asignatura: Economía para Juristas» (no se ha modificado desde entonces). Dado que en mi artículo señalé que «en dicha documentación se puede ver, además, que no se ha incorporado la propuesta (realizada por una Universidad privada) de denominar Economía y Contabilidad a la asignatura de Economía que se incluye en el esbozo actual del nuevo grado que está elaborando la conferencia de decanos de Derecho», el lector verá si avalo o no con los hechos mis afirmaciones y si soy «frívolo» o «atrevido».
Termino ya con dos apuntes finales. Primero, el debate se puede liar todo lo que se quiera (que si espejos en los que debo mirarme, cuando ya no estoy en edad de mirarme a los espejos; que si la contabilidad es útil, cosa que no niego; que si el corporativismo, en un entorno de «ellos» y, consecuentemente, «nosotros»…), pero es muy claro y se reduce a lo siguiente: la asignatura Economía y Contabilidad tiene tanto sentido como otras asignaturas que se titulasen Química y Geología, Francés e Inglés o Derecho Penal y Derecho Administrativo y, consecuentemente, a mi juicio, no tiene ningún sentido. Segundo, reitero mi conclusión inicial: las universidades que no pongan coto a tales planteamientos irán por el torcido camino que lleva derecho a la perdición.
Cándido Pañeda, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo
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