¿Al servicio del periodismo o al de Álvarez-Cascos?
Procuro leer al detalle el diario LA NUEVA ESPAÑA, artículos de opinión incluidos, aunque en ocasiones, como la que hoy me trae aquí, algunos se empeñen, por cargantes, tediosos y soporíferos, en que no lo haga.
El señor Neira se empeña, día tras día, en demostrarnos lo mucho que puede aburrir y lo fácil que es pervertir el periodismo. En el primer caso, estamos cansados de leer sus teorías conspiratorias, sus conjuras judea-masónicas y sus predicciones absurdas que, obviamente, nunca acierta. En el segundo, también nos genera hartazgo y empacho su parcialidad y su entreguismo repugnante al servicio de Álvarez-Cascos. ¿Es eso muestra de periodismo? ¿Es propio de alguien que debe tener la imparcialidad como bandera? ¿Existe algún interés encubierto? ¿Recibe alguna contraprestación? Todas estas dudas nos asaltan, además de hacer flaco favor a un diario de bandera como es LA NUEVA ESPAÑA. Desde luego, y en lo que no hay duda, es que el señor Neira degrada la noble tarea del periodismo hasta convertirla en una simple portavocía o en mera propaganda al servicio de unos intereses determinados. Triste figura la que representa.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo