Ponga orden, señor Presidente
Estimado Sr. Álvarez-Cascos: Le escribo para poner en su conocimiento, por si no lo tuviera ya presente, la escandalosa e ilegal gestión que tiene lugar en el Servicio de Salud Pública del Principado de Asturias (SESPA).
Primeramente, quisiera dejar constancia de que el afectado no es quien rubrica esta misiva. Tan sólo doy voz a las quejas y frustraciones que por miedo se limitan al ámbito familiar.
No quisiera entrar en valoraciones sobre los tejemanejes que tienen lugar a la hora de ofrecer contratos a los eventuales; las penalizaciones que no se aplican según a quién conozcas o amigo de quién seas cuando renuncias a un contrato; los eventuales liberados por sus sindicatos de manera hedionda; los estancos e inmóviles sindicatos que como mucho te revisan la nómina, ni tampoco sobre las bajas, algunas periódicas (coincidiendo todos los años en las mismas fechas, vacaciones escolares) y otras que se renuevan al día siguiente de incorporarse.
Esta carta quiere poner de manifiesto la práctica común de explotar a los trabajadores, entregando carteleras semanales en las que de siete días trabajas los siete. Y puede que incluso nueve o diez, pues hasta que no acabes dicha semana, no sabes qué te espera para la próxima.
Este proceder es, efectivamente, ilegal. Y está muy extendido. El trabajar es, a día de hoy, un lujo. Sin embargo, no podemos ignorar o despreciar la normativa, que se ha redactado para ser cumplida.
¡Qué vergüenza me da la manera de proceder a la española!
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