San Francisco de Asis y el Camino de Santiago
Soy feligrés de la parroquia de San Francisco de Oviedo, plaza de la Gesta, y presidente de la Asociación Astur-Galaica de Amigos del Camino de Santiago. Estas dos circunstancias han motivado escribir esta carta, para recordar a los lectores de este diario la importancia de este santo en el tema jacobeo.
No recordaré la vida y milagros del santo, ni su espiritualidad, ni su amor por la Naturaleza. Quiero, sí, recordar que en el año 1213-1214 peregrinó a Santiago de Compostela.
Procedía de Italia y entró en España por Cataluña, donde se conserva la tradición de su paso. ¿Por dónde continuó su peregrinación?
En Oviedo, en el Campo de San Francisco tenemos su imagen, que nos recuerda que estuvo aquí, de camino para Compostela, y aquí fundó su «compadre» un convento de la orden franciscana.
En Navia se conserva muy arraigada la tradición de su presencia y la hospitalidad que recibió en el palacio de Anleo.
Llegó finalmente a Santiago de Compostela y allí tuvo la inspiración del gran desarrollo que habría de tener su orden. Fundó en Santiago el convento aún existente y España se fue poblando de conventos franciscanos. Los franciscanos del convento de la Rábida fueron los que consiguieron el apoyo de la reina Isabel al Descubrimiento de América por Colón.
Monjes franciscanos fueron los primeros misioneros en el Nuevo Mundo continuando la labor apostólica de Santiago en nuestra península. Los españoles llevaron al Nuevo Mundo la devoción al apóstol Santiago.
En el año 2014 se conmemorará el 800.º aniversario de la peregrinación de San Francisco de Asís. Considero que el Principado de Asturias y Oviedo, en particular, así como todos los devotos de San Francisco y las asociaciones jacobeas, tenemos que apostar por dar realce a la conmemoración de la peregrinación de San Francisco a Compostela, hace 800 años.
Muy especialmente y con el mayor respeto dirijo esta idea al arzobispo de la diócesis, hijo de San Francisco.
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