Evitemos una gran iniquidad
Por «supuesta» voluntad de ahorrar, se trata ahora, al parecer, de disminuir las asignaciones presupuestarias para el necesario pago de los gastos de las labores y salarios municipales en el concejo de Oviedo; y, para ello, se le ha ocurrido a su, en todos los sentidos, «irrepetible» alcalde someter a votación municipal la genial idea de suprimir la consignación económica de un concejal «liberado» de cada uno de los grupos políticos que integran este Ayuntamiento. De esta manera, quedaría sin la menor asistencia económica el grupo municipal de Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda al tener un solo concejal, mientras que los demás grupos políticos (PP y PSOE) sólo verían disminuida su respectiva asignación suspendiéndoles el pago de uno de sus concejales, pero continuando percibiendo por completo la suma de asignaciones correspondiente al resto de los concejales liberados que lo integran.
Ello supone la consumación perversa e inicua de la diabólica idea genial de acallar, por falta de medios materiales, la voz democrática de la parte de los ciudadanos ovetenses que legítimamente han elegido al concejal cuya asignación económica se pretende suprimir en todos los supuestos en que, como ocurre con el grupo citado de Ciudadanos por la Izquierda en Oviedo, conste de un solo concejal, mientras que en los demás grupos únicamente se disminuirá su asignación en la parte proporcional al número de miembros liberados que lo formen.
Tal procedimiento es totalmente inaceptable desde todos los puntos de vista: moral, jurídico (al menos para mí desde mi punto de vista de magistrado jubilado), político, etcétera, como admitirán incluso muchos de los referidos grupos políticos, sino todos, pues es fácil suponer que, de admitirse, no tardaría en aplicarse igualmente en muchos otros ayuntamientos en que los grupos políticos integrados por un solo concejal liberado pueda ser el PP, el PSOE u otro cualquiera.
Pero especialmente es repudiable instintivamente en un Ayuntamiento como el nuestro, donde el concejal al que se intenta suprimir es nada más y nada menos que Rivi, el más trabajador, esforzado, justo y popular de este sufrido Ayuntamiento ovetense.
Suprímase, si no hay otro remedio, un porcentaje de la asignación por concejal liberado de cualquier partido. Así quedará conseguido cierto ahorro municipal a costa de todos en general y no sólo desde el punto de vista parcial e interesado de uno de ellos, pero incólume la voz de cada uno de los vecinos de Oviedo. En todo caso, creo bien seguro que Rivi, con asignación o sin ella, seguirá trabajando desvelándose como siempre por los legítimos intereses de los ovetenses.
Por otra parte, está claro que con tan indigno procedimiento han propiciado aumentar en su día la votación a favor de Roberto Sánchez Ramos y su partido. Por lo que se ve, quizá sea cierto de aquello de que «No hay mal que por bien no venga», como dijo el otro.
Francisco de Asís Fernández Álvarez, Oviedo
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