El Niemeyer, Avilés y la «marea roja»
Tema de completa actualidad, especialmente para Avilés, que, en el fondo, se merece lo mejor; pero ese concepto publicado «marea roja», ni metafóricamente debió gestarse, pues el fondo de ese concepto, ya pasó a la Historia. Yo recuerdo en mi juventud (estoy a punto de convertirme en nonagenario antes del fin de año), haber leído obras de don Armando Palacio Valdés, que vivió en Avilés unos cuantos años, y narraba y defendía Avilés como aula cultural y ciudad de la cultura. Conceptos que hoy dedico al sector avilesino verdaderamente sociocultural.
Leo también, dicho por quien no recuerdo y no tengo el periódico con el siguiente texto publicado:... solicitud de negociar... ¿Negociar qué? Mi opinión, respetuosa, hoy muy especialmente con Avilés y sus vecinos, es la siguiente: si, revisado todo el tema, resultase que todo estuviera bien gestado, gestionado, patronato, cargos, capital empleado que 48 millones de euros etcétera, etcétera, pues a seguir todo como está.
Si, por otra parte, no fuese así, que fuese necesario y, por necesario conveniente, revisar los muy variados conceptos, no sólo económicos, y hubiese que revisar, y revisar y levantar alfombras (hablo en sencilla y pura hipótesis), pues en honor de Avilés, del Niemeyer y de la justicia, habría que hacerlo para que, totalmente despejada cualquier duda, el Niemeyer, sea, definitivamente, limpiamente, de y para Avilés, que muy bien se lo merece.
De ninguna manera son necesarias palabras mal agoreras en lo cultural de que... los socialistas (de mis respetos también) «no dudan de que deben defender su feudo y no ahorrarán estrategias ni armamento»... Por otra parte, la señora alcaldesa, doña Pilar Varela, manifestó tener confianza en el diálogo, más tarde, bueno, no sé decirlo mejor, pero me niego a pensar que quiera navegar a dos aguas.
Una excelente idea, según se publica que el ex presidente señor Areces estaría dispuesto a renunciar a su cargo de patrono de honor del complejo cultural.
Téngase buena voluntad en todas las partes, consígase la paz, y recupérese muy íntegramente la merecida e histórica fama de un Avilés sinónimo de cultura.
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