El cielo está en la tierra y es para los malos
Que si hay que decir se dice, pero decir pa na ¿pa qué? Como la pregunta lleva implícita la respuesta, el para qué queda anulado en favor del por qué: cajas pidieron más de 18.000 millones de dinero público para sobrevivir y sus consejeros se llevan más de 70 en indemnizaciones.
¿Es eso noticia? Claro que no. La reiteración rebaja la noticia, por terrible que sea, a la mera condición de información. ¿Qué sería lo noticiable en este caso? Evidentemente que a estos artistas de las finanzas se les hiciera devolver la plata, incrementada con una multa sustancial. Algo tan insólito, evidentemente, sí sería noticia.
Otras informaciones no noticiables: José Bono entregó en mano a un estrecho colaborador 100.000 euros en billetes de 500, envueltos en papel de periódico, para adquirir un caballo de competición a finales de 2005. Bono pagó las obras de El Pocero en su hípica con patrocinios de 404.000 euros. TVE no informó al admitir el juez la querella contra Bono. El País puso nombres y apellidos a los sponsors de Almenara. Libertad Digital destacó que ese negocio le reportaba al exministro más de 300.000 euros al año no declarados.
¿La justica ha dejado a Bono y a todos sus testaferros con no más que los calzoncillos? Por supuesto que no. Entonces nada. Todo queda, como de costumbre, en un mero blabla intrascendente, útil únicamente para politiquear.
El sistema democrático es la mejor forma de gobierno posible, dicen, porque, entre otros dones maravillosos, nos proporciona, por ejemplo, la total libertad de expresión. Ninguna forma de corrupción susceptible de ser iluminada quedará por ninguna sombra dictatorial silenciada.
Oye, qué bien. Lo malo, para gente tan negativa como el que suscribe, es que uno se pregunta: ¿Qué es peor, ignorar que se cagan en nosotros o, sabiéndolo, permitir que con impunidad sigan haciéndolo?
Algunos pueblos, el español entre ellos, pueden hacer realidad, y lo han hecho, en la tierra el cielo y el infierno de la ficción metafísica en la nada. ¡Pero! los muy cretinos han invertido los destinos, y mientras los desalmados se regodean en el cielo terreno cual ángeles alados desvirtuados para más aprovechados, en este infierno vital nos consumimos los poco arteros sin caballos caballeros que no somos exministros ni exconsejeros, entre otros alados bienaventurados.
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