No tengo ninguna presencia pública
El motivo de esta carta no es otro que el de mostrar mi profundo malestar, y el de mi familia, al aparecer, el pasado 7 de octubre, publicado en las páginas del periódico –página 26 de la sección «Asturias»– un artículo titulado «Cuando el todo es más grande que el infinito» y en el cual se cita por parte de ese inexistente periodista, llamado Arturo Román, en el que se camufla la opinión editorial de La Nueva España, un supuesto encuentro mío con el alcalde de Oviedo, don Gabino de Lorenzo, en un establecimiento hostelero de la ciudad. Ante esto debo manifestarle mi asombro, perplejidad e indignación por verme como protagonista indirecto de una información sin contrastar y que no se corresponde con la realidad, con lo que esto supone periodísticamente, pero, sobre todo para mi persona en el ámbito privado, sin entrar en otro tipo de interpretaciones, única y simplemente en el del daño que esto causa a mí y a mi familia.
Puedo asegurarle que ese encuentro –y por tanto esa información– es erróneo. Y me remito a la fecha del fallecimiento de mi hermano, día desde el cual le aseguro no he tenido ninguna presencia pública, ni política ni privada, y menos en establecimientos o en actos sociales, políticos o sindicales, con la única excepción, eso sí, de mi participación en la Fiesta Minera de Rodiezmo, a la que, le revelo, acudí el pasado 4 de septiembre desobedeciendo todas las prescripciones e indicaciones médicas, con consecuencias posteriores muy negativas para la salud. Quizás no lo sepa, pero desde el fallecimiento de mi hermano he pasado por distintas dolencias, con intervenciones quirúrgicas y largos reposos, fácilmente demostrables (partes médicos) que han impedido estas presencias. Una convalecencia que a día de hoy todavía continúa, en espera de otras operaciones médicas, aún pendientes, y que únicamente me permiten realizar salidas muy puntuales a centros médicos u hospitalarios, siempre acompañado de mi familia o de amigos con mayúsculas, que pueden ratificar estas palabras.
Desconociendo a qué intereses puede obedecer el artículo, pero apelando a la verdad, que todo medio de comunicación debe perseguir, y a dar respuesta a mi familia y a mí mismo como persona, solicito a través de este escrito, y con total respeto al medio y al alcalde de Oviedo, una rectificación sobre el artículo en cuestión. Y si no es así, que se me manifieste, aclare y puntualice en sus páginas cuándo y dónde he tenido yo ese supuesto encuentro y conversación al que alude el mencionado artículo.
Una vez más, muestro mi enfado y malestar ante una información que ha sido publicada, no sé por qué, pero en todo caso sin medir ni tener en cuenta las repercusiones humanas negativas, familiares y personales, que de ella pueden derivarse.
José Ángel Fernández Villa, secretario general del SOMA, y familia
Oviedo
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