Escapa con lo puesto
El periodista don Vicente Montes no puede ser más gráfico ni más exacto en su artículo de LA NUEVA ESPAÑA titulado «No es amor».
Cuando resulta que te llama y comunicas y por fin lo coges y te pregunta «con quién c... estabas hablando», y ni te acuerdas. Y resulta que, «qué casualidad», un amigo común también comunicaba: «Seguro que habláis y f... a sus espaldas». Pero «quién te crees que eres», sin él no tienes dónde caerte muerta, «astuta» de m... En cuanto te vea «te voy a desgraciar la cara para que no se te acerque nadie más...».
Y has grabado la conversación, pero piensas que ni Policía ni nadie puede hacer nada hasta que te la rompa de verdad.
Y luego, «lo siento, es que te quiero tanto que tengo celos de cualquiera que te saluda por la calle...», no puede evitar pensar que «te has f... todo lo que se mueve» (piensa el ladrón que todos son de su condición). Y encima dice «que sufre mucho más que tú», y tú, claro, le crees, porque tú si le quieres. Aún.
Después de cada insulto te dice que te quiere más que a nada en el mundo.
Mentira. Es mentira. Esos monstruos sólo se quieren a sí mismos. Descuartizarían a sus hijos por verte desgarrarte por dentro de dolor si les abandonas.
No hay que tener hijos con ellos porque entonces ya estás amarrada y te va a ser muy difícil escapar.
Pero no es imposible. Sé valiente. Si te cruzas con él por la calle arroja a la alcantarilla tu sentido del ridículo y grita pidiendo ayuda, aunque aún no hayas conseguido una orden de alejamiento. Aunque te suplique hablar un momento contigo para devolverte el rosario de tu difunta madre (piensa en ella, que te quería de verdad).
Si has tenido niños con él no permitas que te vean así día tras día, por Dios.
Ni un día más. No se puede vivir así, muriendo en vida. Es un c...
Coge cuatro cosas y escapa con lo puesto en un descuido, déjales con alguna persona de confianza y acércate en un taxi a la Comisaría más próxima, lo primero.
Y si tienes más a mano un centro sanitario acude, te ayudaremos.
Pero no digas luego que lo niegas todo, Mare de Deu, «que es todo mentira», que has exagerado y no quieres denunciarle porque «es un buen padre» y te ha pedido perdón... Una vez más te ha pedido perdón y tú vas y le perdonas. Y lo olvidas todo. Y niegas toda la denuncia de oficio y el parte judicial que hemos hecho ante su señoría.
Recuerda que si (Dios no lo quiera, válgame el cielo) le hace algo malo a tus hijos para hacerte daño, tú habrás sido algo cómplice por no haberle denunciado antes. Así lo siento, con toda mi solidaridad para contigo pero sobre todo porque lo primero ha de ser proteger a los niños de esos cobardes.
Piensa siempre que una mujer maltratada es la que perdona la primera bofetada.
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