¿Son naturales las listas de espera en la sanidad pública?
Frecuentemente los medios de comunicación se hacen eco de las protestas sobre la sanidad pública de los pacientes asturianos/as por la larga demora en las listas de espera para ser evaluados o diagnosticados en las consulta de los facultativos especializados. Esperas que suscitan preocupación y fomentan la agresividad de algunos pacientes al ignorar la trascendencia de sus dolencias, y en algunos casos produce un malestar con el médico o irrita a los usuarios, creando una crispación a nivel verbal...
Una mayoría de pacientes asturianos/as no sabe cómo formular una queja escrita en la oficina de atención al paciente por temor a ser tratado con represalias facultativas, y por otra parte, porque no disponen de una persona que les redacte la reclamación. Por poner un ejemplo, si tuvieran un funcionario como en las comisarías de Policía donde les redactaran por escrito sus demandas. Estas quejas llegarían a los responsables sanitarios públicos y tomarían medidas para paliar estas anomalías y sobre las consecuencias del recorte de fondos de la sanidad pública ante la reducción de los presupuestos que han sufrido todas las comunidades autónomas para este año 2011. Reducción que repercute negativamente en las listas de espera.
Según señalan los pacientes encuestados en el Principado de Asturias, el 25% de los pacientes espera más de seis meses para recibir asistencia especializada, cifra que se elevará al 45% durante el presente año. Y aunque a la Consejería de Sanidad le parezca exagerado este dato, calificándolo de "mera especulación", lo cierto es que, según revela el Consejo Económico y Social, órgano consultivo, un gran número de comunidades autónomas tiene un alto porcentaje de demoras de usuarios en el servicio público de salud al tener que esperar para ser atendidos entre los tres y seis meses, o más, en unas desesperantes listas de espera para ser recibidos por un médico especialista y realizar una prueba clínica diagnosticada. Mientras tanto, el paciente se encuentra preguntándose por qué le hacen esperar tanto; mejor presentarse en urgencias, donde prefieren esperar 4 o 5 horas antes de esperar de 3 a 6 meses para ser atendidos.
En el año 2004, el Ministerio de Sanidad se comprometió a elaborar un protocolo común con las comunidades autónomas para mejorar el acceso de los ciudadanos a los servicios sanitarios. En aquel año se anunció que una persona no debería esperar más de siete días para una prueba diagnóstica básica, diez días para la primera consulta con el especialista y cuarenta y cinco días para una intervención quirúrgica programada. Siete años después observamos que nuestros gobernantes siguen propugnando la utopía. Demasiado tiempo para ser atendido cuando estamos hablando de un paciente que se encuentra preocupado/a por su salud y que tiene una dolencia que le ha hecho ir al médico. ¿Y cuál es la consecuencia? Recorte en las retribuciones del personal sanitario, por consiguiente, aumento de las listas de espera; masificación en los servicios de urgencias de los hospitales, a los que acuden muchas personas por algo que, en realidad, no es una emergencia, sino la preocupación de ser atendido prontamente de sus dolencias. Soy víctima de esta lista de espera y desde el año 2010 llevo esperando una solución médica con mis dolencias y soy consciente de que la mayoría de los médicos no son videntes, ni adivinos, ni tampoco hacen milagros, pero no me cabe duda alguna de que los pacientes y los médicos no deberíamos estar a merced de nuestros gobernantes políticos. La espera irrita a los usuarios y puede producir una negligencia médica que pagaremos todos los contribuyentes una vez que sea confirmada por un tribunal de justicia.
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