ETA y el desastre electoral socialista
Todos sabíamos que cuando llegaran las elecciones el PSOE sacaría conejos de la chistera para intentar engatusar a los ciudadanos, lo hemos visto en otros comicios, cuando Zapatero negaba que existiera ninguna crisis y anunciaba 2.500 euros por nacimiento (sin discriminación en función de la renta) 400 euros del IRPF, ordenadores para todos, etc, alegrías que hoy estamos pagando muy caras. Incluso hay malas lenguas que siguen diciendo que el 15M fue un apaño entre ETA y el PSOE para desalojar al PP del Gobierno. Nosotros sabemos que eso no es cierto, que es un infundio, que la única verdad es que fueron los islamistas, como también sabemos lo bien que supieron instrumentalizar los socialistas aquel atentado, fruto del descontrol que hay en nuestro país con los residentes extranjeros y del grave error de Aznar de meter a España en la guerra de Irak. El poderoso aparato mediático afín al PSOE se empleó a fondo y sacó muchos votos de la sangre de los madrileños.
Cuando las hojas del calendario van cayendo inexorablemente y se acerca el 20 de noviembre todas las encuestas siguen situando al PP muy por encima del PSOE, vaticinando una derrota histórica para los socialistas. Pero Rubalcaba no se ha caído ahora del guindo, tiene la experiencia política suficiente para saber que los brutales ataques del Gobierno de Zapatero, del que él era vicepresidente hasta anteayer, contra los ciudadanos en general y contra los pensionistas y trabajadores en particular, les iban a pasar una dolorosa factura. Al PSOE no solo se le escapaban esos votos que cambian fácilmente de opción, también el voto ideologizado, de gente de izquierda de toda la vida para la que el PSOE ha dejado de ser un referente. La intervención del Gobierno de Zapatero en el conflicto Libio y meter a España en la Guerra de las Galaxias, con 1.500 soldados norteamericanos y cuatro fragatas con el sistema AEGIS que tendrán a Rota como base, eran las gotas que colmaban el vaso de muchos progresistas. Sabiendo eso, un corredor de fondo como D. Alfredo no improvisa y hace ya tiempo que tenía preparados los golpes de efecto necesarios para intentar dar un vuelco a las encuestas, sin cogérsela con papel de fumar, como sabe hacer el que, cuando fue ministro de la Presidencia en el Gobierno de Felipe González, mintió cuatro veces al Parlamento sobre el asunto de los GAL. El anuncio del abandono de la lucha armada por parte de ETA hay que contemplarlo dentro de este contexto.
Los acuerdos de Batasuna (brazo político de la Koordinadora Abertzale Socialista) con el PNV para intentar hacerse con el Gobierno de Euskadi, incluían el abandono de la violencia, pero el PNV tenía que conseguir que el Gobierno de Zapatero otorgara medidas de gracia y acercamiento al País Vasco para los presos de ETA y que renunciara a detener a los miembros de la banda buscados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El PNV ofreció a cambio el apoyo al Gobierno socialista para los Presupuestos Generales del Estado de 2.011 y el compromiso de que ETA anunciaría el abandono de la lucha armada poco antes de las elecciones generales. Vomitivo, por supuesto, pero que importa si los tres salían ganando. El problema es que ETA va a pasar la gorra al Gobierno pidiendo lo suyo, rápido, también antes de las elecciones generales, porque la victoria de Rajoy echaría por tierra la pócima tan bien elaborada en el Akelarre vasco. Es por eso que Jaúregui, Patxi López y otros conspicuos socialistas ya están hablando del acercamiento de los presos y de la generosidad de la democracia.
Los terroristas tienen sus tiempos y sus intereses y el PSOE tiene otros, no coincidentes, por eso Rubalcaba corre el serio peligro de que las contrapartidas, a toda prisa, sean tan escandalosas que el tejemaneje se vuelva, como un bumerán, contra el PSOE , aumentando, aún más, el previsible descalabro electoral.
Algunos socialistas, que llevaban meses sin abrir la boca, presos de la vergüenza por los recortes de Zapatero, han salido de repente, como los hongos de octubre, a festejar lo que dicen los etarras. Es realmente patético. Pero ETA no entregará las pistolas hasta que el Gobierno del PSOE cumpla lo prometido. Rubalcaba y el grupo PRISA tendrán que hacer triples saltos mortales con tirabuzón para convencer a los ciudadanos de que hay que hacer cosas muy feas, pero el desastre electoral del PSOE parece ya inevitable.
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