Oro y trabajo, sí, gracias
Soy una residente en Tapia de Casariego a la que ha llamado mucho la atención la carta publicada el día 22 de octubre del señor Fernando Simón Rodríguez. En su escrito hace varias referencias que me gustaría debatirle y aclararle.
1- Hace referencia a una charla de ponentes del pasado verano en el auditorio de Tapia de Casariego, exponiendo el malestar de la empresa minera ante la misma, así como también citando el gran aforo y los «peligros que la mina nos traería». Ese supuesto malestar, ¿no se daría quizá por la gran manipulación de la información que se produjo ese día en esa charla? Lo que se agrava con el hecho de que entre ese gran aforo nos encontrábamos presentes (algunos también muy entendidos) muchos a los que no se nos dio voz en el momento en que se narraban esos acontecimientos, que, por hacer una comparación, parecía la narrativa de la película del fin de los días.
2- Cuando menciona los más de 3.000 currículos enviados y nos trata como personas de poca actividad cerebral, quienes por un puesto de trabajo bailan el agua que les den, ni yo, ni todas las personas que conozco que apoyamos la mina, que somos muchos, nos sentimos representados por sus palabras, sino más bien muy ofendidos. ¿Cuál es entonces la opción que nos propone este «señor» que pueda aportarnos 850 puestos de trabajo (que se crearían durante la construcción de la mina) y 250 puestos de trabajo directos y otros tantos indirectos (que nos proporcionaría la mina durante su vida)?
3- El párrafo que más me llamó la atención es el que da muerte en vida a la ganadería, hostelería, pesca, turismo, servicios, etcétera, y habla del gran holocausto, que, según él, se producirá, y yo me pregunto: los habitantes de Belmonte siguen viviendo y disfrutando de su entorno natural (que es un valle precioso, por cierto) desde hace más de 15 años, ¿por qué en Tapia sería diferente? y todavía me hago una pregunta más: ¿Qué pasará en el caso (y espero que así sea) de que se abra la mina? Pues lo siguiente, que tengamos una gran fuente de trabajo, que muchísimos vecinos viviremos gracias a ella y nada de lo que este señor dice haya pasado, que ese holocausto no se habrá producido, ¿qué nos dirá entonces?, ¿contra qué o quién irán dirigidas sus malas ideas?
Y para terminar, sólo quiero decir que yo también tengo un amplio dossier y las minas del tipo de la que se quiere abrir en Tapia de Casariego no han tenido ningún tipo de problema ni a nivel nacional ni europeo, el único cambio llamativo que este tipo de minas producen es el incremento de bienestar en las zonas, pues es verdad que quien tiene consume, compra, etcétera. Lo mejor y más digno por lo que podemos luchar es por el trabajo y más si es para nuestro concejo y para nuestros amigos y vecinos: Trabajo ya, mina, sí.
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