¿Riccardo Muti en Oviedo?
La crisis transcurre lenta e indolente. Sin embargo, nada peor que la quietud y la indolencia. Nadie duda a estas alturas de que los premios «Príncipe de Asturias» son el mejor escaparate de nuestra región ante el mundo. El reclamo de los medios de comunicación de todos los continentes se da cita cada año en la ciudad de Oviedo, para dar crédito de tan sobresaliente acontecimiento.
Por el contrario, resulta indignante que el principal medio asturiano, el que llega a todos los rincones de nuestra región, haga omisión, donde debería hacer emisión. Y es que hay que reconocer que poco a poco la Fundación Príncipe de Asturias ha ido aprobando su asignatura pendiente de acercar los premiados a la sociedad asturiana. Recuérdese que en las primeras ediciones los excelentísimos señores llegaban a Ranón por la mañana, recibían el premio a media tarde y salían corriendo para sus casas.
En los últimos años, sin embargo, y con acertadísimo criterio, las personalidades premiadas comparten actos, conferencias, coloquios o conciertos, en el seno de la misma sociedad que los premia. Riccardo Muti, uno de los dioses mundiales del olimpo de la música, fue este año uno de los premiados. Su concierto en el auditorio Príncipe Felipe, al frente de la Orquesta Luigi Cherubini y el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias, es un hito en la historia de la música asturiana, que ha pasado desapercibido, salvo para las 2.200 personas que tuvimos la fortuna de llenar el auditorio ovetense. ¿Dónde estaba la televisión del Principado de Asturias (TPA), que cada año nos cuesta a los asturianos unos cinco o seis mil millones de pesetas (para entendernos)? El concierto de Muti podría haber sido grabado y/o emitido en todos los conservatorios de música, escuelas municipales de música y teatros asturianos para deleite, didáctica y disfrute de todos. Además, como decíamos, de ser emitido en directo para toda Asturias. Si la TPA se conforma con la emisión diaria de los concursos de tortilla de patata o «caxigalinas» semejantes; si con equipos técnicos propios emite en directo las carreras de Fernando Alonso desde China, Japón o Australia (cuando además La Sexta ya lo hace); si presta puntual seguimiento cada semana de los partidos de fútbol de Tercera División, resulta un escándalo que prive a todos los asturianos de un acontecimiento musical de altura mundial, con Muti como protagonista.
Sobra decir, claro, en aras de la equidad, que idéntico tratamiento informativo merecería el resto de los premiados, ¿no?
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