Lotina, enemigo público número uno del Sporting
Son días de mares procelosos y vientos contrarios para la nave rojiblanca. Los medios informativos, loable su actitud, deshojan la margarita de posibles experimentos lobos de mar para guiar el bajel a buen puerto. Pero causa estupor y rabia comprobar que uno de los candidatos a enrolarse es Lotina.
Este individuo es el enemigo público número uno del Sporting. Y lo que afirmo no es un juicio subjetivo; antes, al contrario, se trata de un hecho contrastable y confirmado. Sus visitas con el Coruña han coincidido con todo un curso de desplantes, desaires y groserías. En «La Tribunona» no olvidaremos jamás su rostro congestionado reclamando que se aplaudiese al colegiado. Llegó a escudar su incapacidad para derrotarnos en el pueril argumento de que éramos un club que caía simpático en el gremio arbitral. En su rueda de prensa inmediata al descenso con el Deportivo tardó solo ¡55 segundos! en culparnos de la debacle, a los 2 minutos y 12 segundos de la misma rueda de prensa insiste en señalar el choque en El Molinón como el causante de todos los males. ¿Se puede consentir tamaña desfachatez? El Coruña, Lotina, bajó a Segunda porque en 20 partidos de Liga fue incapaz de anotar un solo tanto, y, también porque tras un empate sospechoso en Barcelona no supo derrotar en feudo propio a un Valencia que ya estaba pensando en las vacaciones. ¿Deje en paz de una vez al Sporting!
Los señores miembros del consejo de administración, como seres humanos que son, pueden alternar con errores. Pero jamás de los jamases deberían perder un ápice de dignidad, honor y orgullo. Contratar a Lotina sería mancillar de forma cruel la centenaria historia de nuestro querido equipo. Confiemos sepan estar a la altura de las circunstancias. ¡Puxa Sporting!
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