La Nueva España » Cartas de los lectores » ¡Hagan algo! Todo el mundo se ha quedado parado

¡Hagan algo! Todo el mundo se ha quedado parado

31 de Octubre del 2011 - Carlos Muñiz Cueto (Gijón)

El motor del mundo se ha parado. El empleo genera consumo, el consumo pedidos, los pedidos actividad emprendedora, la actividad emprendedora ocupación retributiva o empleo; y se cierra el círculo motriz. Hace veinte años el desarrollo tecnológico que va eliminando empleos comenzó a poner en dificultades al motor con este llamado desempleo tecnológico durante la crisis de principios de los noventa del siglo pasado, y quizás siendo su origen. Entonces a alguien se le ocurrió desarrollar una actividad manufacturera que generase muchos empleos en cascada; una actividad que fuese difícil de emular con la robótica industrial. Para ello incrementó la actividad de la construcción y la financió con hipotecas basura sobre un valor inflado de lo construido, que se justificó con el aumento de la demanda. Como la mentira es el mejor freno para cualquier cosa: el mundo se fue al paro tras el estertor engañoso de tal actividad.

Recientemente Enrique Vidal comentaba en estas páginas de lne.es: «Una sociedad basada en robots inteligentes es una idea muy de futuro, y además es algo que no nos gusta», pero se equivoca, seguramente estaba pensando en un robot creativo capaz de cometer el pecado original de creerse igual a su creador. Algo que, desde luego, no nos gustaría. Los robots no sólo existen en la actualidad, sino que se contabilizan por millones produciendo cosas y fabricándose a si mismos y, siempre, con la intervención humana. Ya en el último párrafo de la entrevista reconoce esta realidad y nos dice: «Si la persona tiene que intervenir, lo importante es no ya conseguir el mínimo error, sino lograr que el humano trabaje lo menos posible; y no hablamos ya de trabajo físico, sino de trabajo más bien cognitivo» diciendo en pocas palabras que los robots industriales nos quitan el trabajo y no únicamente el físico y manufacturero, sino también el cognitivo y creativo. Es decir, tenemos el problema del desempleo tecnológico y no se está apostando por la libertad de las personas para desarrollar su conocimiento y su creatividad mediante la acción emprendedora sujeta a principios éticos de verdad: nuestros jóvenes trabajan más horas y cobran menos, y eso si tienen la suerte de trabajar, quedándose sin poder formar su propio hogar.

Nos lo han dicho siempre: Buda y su pensamiento, Jesús de Nazaret y sus evangelios, Spinoza y su ética, Marx y su análisis filosófico... Más recientemente: Benedicto XVI y su «Caritas in veritate», Howard Gardner con su «Verdad, belleza y bondad», Bill Drayton impulsándonos a ser «emprendedores sociales»... Que ese próximo que es el prójimo de nuestro entorno, es lo más importante y se le deben respetar todos sus derechos civiles y humanos. También se debe respetar el entorno como Arnold J Toynbee y Daisaku Ikeda en su «Elige la vida» nos dicen. Los tiempos de la codicia, la competitividad y el continuismo han terminado por parar el mundo, ahora hagamos algo para encaminarnos hacia los tiempos del conocimiento: única cosa que podemos codiciar; la cooperación: la libertad no es la que se posee, sino la que se da a otros; y la creatividad: todo aquello que nunca se ha hecho es posible hacerlo. Por tanto, si los empleos ya no son la forma del reparto de la riqueza: ¿por qué no ir a modelos de renta básica universal a la par que se reducen de salarios y beneficios, y se aumentan los impuestos? Dirán: ¿de dónde saldrá todo eso? Entonces se debe responder: ¿de dónde van a salir los pedidos sino retroalimentamos algo para que el consumo libre seleccione la actividad emprendedora más eficaz en estos tiempos, negándose a las injustas subvenciones? La dicotomía exclusiva [Estado]/[Libertad] ha fracasado. Hagámosla inclusiva: más Estado y más libertad. La actividad más importante de la sociedad humana -cuidar de un hogar propio- debe retribuirse según los miembros que lo componen. Pues la misión de la Humanidad es usar el tiempo para hacer progresar a los que nos siguen y, cómo no, a los que nos acompañan.

Cartas

Número de cartas: 46044

Número de cartas en Septiembre: 148

Tribunas

Número de tribunas: 2086

Número de tribunas en Septiembre: 8

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador