Cascos y los salmones
Respecto a la polémica alimentada estos días sobre la nueva normativa de pesca y especialmente el cupo de salmones, deseo tratar de clarificar mínimamente la situación, desde mis modestos conocimientos.
En primer lugar, especificar que soy pescador (y socio del Maravayu) y lo cierto es que no salgo de mi asombro e incredulidad: de un tiempo a esta parte, individuos que jamás –me consta– manifestaron el menor interés por el mundo de la pesca se han convertido en furibundos defensores de los salmónidos, sobre todo a raíz del borrador que la Consejería de Medio Rural y Pesca presentó. A este respecto es importantísimo puntualizar que se trataba de eso, un borrador, que, como su propio nombre indica, es un boceto –un globo sonda, si se quiere– para conocer el parecer de la opinión pública y muy especialmente de las asociaciones de pescadores.
Tampoco me cabe ninguna duda de que la mayoría de estos detractores y polemistas profesionales sólo buscaban un arma política con la que dañar los intereses de Foro y no tenían –ni tienen– el más mínimo interés en la recuperación de la población piscícola de nuestros ríos, como muestra esta perla: llevo más de dos años denunciando la introducción de una especie exótica tan ajena y dañina a nuestros cauces como el cacho (perteneciente a la familia de los ciprínidos, propios de la mitad sur de la Península) en el río Caudal, la aparición de una especie alóctona como ésta es una catástrofe ecológica (depreda las huevas de los salmónidos y ocupa el nicho ecológico de éstos) sobre la cual advertí (o lo intenté) a la anterior Consejería. A tal efecto, envié e-mails, fax, efectué llamadas telefónicas... todo ello con resultados infructuosos. E incluso, como última alternativa, envié una carta a este diario (que fue publicada) denunciando tan anómala situación. Únicamente recibí respuesta con el cambio de Gobierno y fueron, por tanto, responsables de Foro quienes contactaron conmigo para conocer tan anómala situación e interesarse por ella.
También es más que reseñable, entre las gestiones en materia de pesca deportiva del anterior Ejecutivo del Principado, que, después de detectar al mayor enemigo de la fauna piscícola de nuestros ríos, que no es otro que el cormorán (mas de 1.000.000 de alevines engullidos sólo en el Caudal), la inoperancia, desidia e ineptitud de la Consejería que nos ocupa propiciaron que no se realizaran las batidas programadas para reducir la abundantísima población de éstos. Y qué decir del patético y lamentable espectáculo (de repercusión nacional) a cuenta del campanu de este año.
En fin, dejemos trabajar al nuevo equipo de gobierno, ya que es un hecho constatable que esta abierto al diálogo y, sobre todo, que se dé preponderancia a la opinión de las asociaciones de pescadores, pues son éstas las que efectúan actuaciones vitales como las repoblaciones, conociendo mejor que nadie el estado de nuestros ríos, y por último, no permitamos que se utilice como arma política con tintes electoralistas un tema tan sensible como éste por parte de oportunistas que nada hicieron cuando debieron y pudieron y nada dejan hacer cuando no pueden.
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