Vía ferroviaria a Asturias: un ramal del Corredor Atlántico
Unos y otros, desde expertos en el mundo del transporte hasta ciudadanos de a pie interesados por la cuestión, todos reclaman ahora un debate ponderado y serio acerca del devenir de la vía ferroviaria a Asturias, una vez conocidas las propuestas adoptadas por la Comisión Europea el pasado 19 de octubre al hablar de las Redes Transeuropeas de Transporte (RTE-T).
No seré yo quien discuta la necesidad de ese encuentro ni las ventajas que se derivarían del mismo, pero antes de que ello ocurra convendría dejar bien sentadas algunas premisas para que ese debate no se convierta en una discusión baldía plagada de declaraciones políticas con vistas a la galería, a saber:
-Que la línea de ferrocarril a Asturias ha sido consideraba ahora por primera vez como prioritaria para Europa al incluirla dentro de la red básica del Corredor Atlántico.
-Que tal consideración supone que la línea estará entre las que podrán recibir la parte correspondiente de los 21.700 millones de euros de financiación comunitaria.
-Que esta línea estuvo planificada como mixta –vía de altas prestaciones por la que circularán mercancías y los trenes de Alta Velocidad– desde que el hoy presidente del Principado de Asturias, don Francisco Álvarez-Cascos, era ministro de Fomento en el Gobierno del Partido Popular.
-Que esa histórica planificación tiene como objetivo que el ferrocarril compita con el avión en el transporte de viajeros al tiempo que da una salida más rápida, más segura y menos costosa a las mercancías de Asturias, especialmente las que tengan como origen o destino el puerto de El Musel como gran nodo de conexión multimodal.
-Que sólo tratándose de una línea mixta para viajeros y mercancías podíamos cumplir los criterios de rentabilidad que exige la Comisión para poder acceder a los fondos de financiación europeos dedicados a este fin.
-Que la utilización de este tipo de vía no supone en ningún caso quedar fuera de la red europea de Alta Velocidad, puesto que aunque la línea no esté calificada de vía AVE los trenes de viajeros circularán a una velocidad media de más de 120 kilómetros/hora, llegando a alcanzar velocidades máximas de 180, 190 o 200 kilómetros/hora, según tramos.
Obligados como estamos a demostrar la rentabilidad de esta nueva estructura ferroviaria en el plazo de tiempo más breve posible, ello requerirá las siguientes condiciones:
Que toda Asturias, todos los asturianos, tengamos claro que acabamos de obtener un gran triunfo, cual es el de formar parte de la Red Ferroviaria Europea.
Que todos juntos defendamos las posibilidades que este gran proyecto representa para Asturias como un muy importante paso más en el camino hacia la salida de la crisis.
Que no permitamos que los que sólo aceptan soluciones únicas, milagrosas y perfectas (las suyas, por cierto) nos digan que todo está mal porque ellos no lo han hecho esta vez.
Si la Comisión ha adoptado la propuesta de conectamos ferroviariamente a Europa a través de la nueva red principal de transportes de la UE, no seamos nosotros quienes desaprovechemos esta oportunidad de mejorar sustancialmente nuestras perspectivas económicas y sociales utilizando la política de la confrontación, del enfrentamiento partidista, ésa que pretende aprovecharse electoralmente incluso del color de los mapas que definen los tipos de tráfico que van a circular por una vía ferroviaria.
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